Ana Rosa Quintana ha hecho frente a su segundo día de trabajo, una vuelta muy intensa en la que ha hecho balance de cómo fue su debut después de 11 meses de baja. "Emocionante", ha sido la palabra con la que ha resumido la revolución de sentimientos que vivió este lunes. A partir de ahora, la presentadora quiere mantenerse a un lado de la actualidad y seguir adelante con esa ansiada rutina que tanto ha echado de menos durante este tiempo.
La intención de la presentadora es abordar con naturalidad y verdad todo lo que tiene que ver con el cáncer y no piensa dejarse nada en el tintero. Un duro proceso que ella ha vivido arropada por todos sus seres queridos: "He necesitado 16 sesiones de quimio, 15 de radio, dos intervenciones, incluidos parte de los ganglios linfáticos", enumeraba a la vez que reconocía que no hay que crear "falsas expectativas". Ana Rosa es consciente de que ha superado una parte muy importante de la enfermedad "pero no podré decir que estoy dada de alta dentro de cinco o seis años".
Antes de acabar el programa de este martes, la presentadora ha querido dedicar unas palabras a su cirujano plástico: "También quería agradecer a mi cirujano plástico, el doctor Gómez Bravo. Estas operaciones requieren de una reconstrucción, si la paciente lo quiere. Hay veces que se hace después, y, otras, simultáneamente, a la vez que la intervención. Ha hecho alta costura", contaba haciendo referencia al estado actual de sus mamas después de la extirpación del tumor.
Ana Rosa se ponía en sus manos porque es uno de los centros de referencia y "excelencia" en la práctica de la Cirugía Plástica en Madrid, tanto estética como reconstructiva. Tal y como se puede leer en su página web, el Dr. Gómez Bravo "cree firmemente en la continua formación e investigación, y el desarrollo de nuevas técnicas que contribuyan a lograr mejores resultados y a garantizar el bienestar y la máxima satisfacción del paciente". Además, a pesar de su juventud, ya ha publicado en los cuatro Journals científicos más importantes de la especialidad.
Ana Rosa lo tiene claro, el enfermo tiene que creer en el proceso de curación: "Hay que pensar que te vas a curar, pensar siempre en positivo, no dejar que ningún pensamiento negativo anide en ti, apoyarte en la gente que te quiere, no tener vergüenza de pedir ayuda en algún momento y disfrutar de tu gente, que es lo que te queda… porque tampoco puedes hacer mucho más", exponía a modo de consejo a todos los que estén atravesando este duro proceso.