Desde que se anunciase el regreso de Ana Rosa Quintana, la expectación era máxima. Once meses después de que se despidiese de los espectadores para centrarse en la recuperación del cáncer de mama que le habían diagnosticado, la presentadora volvía a pisar las instalaciones de Mediaset y se enfrentaba, de nuevo, a su público. Un día que nunca olvidará y en el que estuvo arropada por los que siempre han estado a su lado. Acompañada de su marido y de dos de sus hijos -el tercero tenía clases por la mañana-, Ana Rosa llegaba a la redacción de ‘El programa de AR’ nerviosa, como ella misma confesaría. Como para no estarlo. Era su día grande.
“En 17 años que tienen mis hijos nunca les había visto irse al colegio”. Ana Rosa Quintana se sinceraba minutos después de terminar el primer día en esta nueva etapa al frente de ‘El programa de AR’. La presentadora reconocía que, de las cosas que se llevaba de estos meses alejada de todo, se queda con estos instantes. “Me he levantado a estar con ellos y desayunar. Es todo tan rato, es todo tan nuevo, es todo tan distinto”. La vida le ha cambiado aunque, viendo el resultado de su regreso, está claro que a nivel profesional sigue siendo la misma.
La presentadora llegaba a Mediaset a primerísima hora de la mañana. Las cámaras esperaban ya en los pasillos para inmortalizar cada uno de sus pasos. Junto a su marido, Ana Rosa recorría los pocos metros que la separaban de la redacción de ‘El programa de AR’. A su entrada, aplausos y mucha alegría. “Me he visto nerviosa, no voy a engañar, se me secaba la boca”, explicaría después acerca de sus primeros minutos en antena. Un cúmulo de emociones difíciles de gestionar.
Junto a su marido y sus hijos
Era la propia presentadora la que explicaba que también dos de sus hijos habían querido estar con ella en este día tan especial. “Ha venido mi marido que no había venido nunca, han venido mis hijos, dos, uno tenía clase pronto”, detallaba en la posterior rueda de prensa. “Les ha hecho mucha ilusión a los míos que haya tenido la fuerza de volver”. Y es que estos meses, aunque reconoce que los ha llevado bastante bien, no han sido fáciles. Ni para ella, ni para su familia.
El regreso de Ana Rosa se había gestionado pocos días antes. “Hablé para volver en septiembre”, confesaba, pero con el nivel de estrés, de madrugones y de dedicación, fueron los médicos los que aconsejaron esperar hasta mediados de octubre. Y así ha sido. Tan solo una semana antes se fijaba la fecha definitiva y casi acto seguido la anunciaba Joaquín Prat en televisión. El regreso de Ana Rosa era un símbolo, tanto por lo que significaba para ella como para toda la cadena. Ahora, sí, arranca la nueva temporada.
Las lágrimas de Vasile
No esperaba Ana Rosa que durante su rueda de prensa iba a aparecer el jefe de todos para darle un abrazo. Paolo Vasile interrumpía las preguntas que la presentadora iba respondiendo a los diversos medios para darle su bienvenida. Visiblemente emocionado, el consejero delegado incluso llegaba a derramar alguna lágrima de felicidad al ver de nuevo a Quintana recuperada y al pie del cañón. Son muchos años de relación y Ana Rosa es uno de los pilares fundamentales en los que se sostiene Mediaset. Su marcha, sin duda, ha sido un duro golpe para todos los que forman parte de la cadena.