Ana Rosa Quintana arranca las vacaciones en alta mar junto a su marido, Juan Muñoz

La periodista ha decidido relajarse, tras una temporada exitosa de 'El programa de AR', marchándose junto a su marido de vacaciones en un yate...

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Lo tenía más que merecido. Ana Rosa hace cerrado temporada por todo lo alto. No solo ha conseguido algunas de las exclusivas más buscadas y con más repercusión a nivel mundial, sino que, además, ha arrasado en audiencia. El programa de AR se despedía el viernes pasado de la reina de las mañanas y la presentadora ponía rumbo a unas estupendas vacaciones. Por el momento, ha aprovechado los primeros días para darse un chapuzón junto a su marido, Juan Muñoz, y de paso, ver el partido de España contra Rusia desde el yate...

Ana Rosa Quintana ha revalidado su título al frente del programa que presenta cada mañana. En una época de mucha competencia, El programa de AR ha conseguido su temporada más exitosa. Con la enorme felicidad del trabajo bien hecho, la presentadora ha comenzado su temporada estival con ganas. Junto a su marido, ha cogido las maletas dispuesta a disfrutar de las bondades del mar a bordo de un yate. La mejor forma, desde luego, de olvidarse de los madrugones y de los quebraderos de cabeza de la rutina.

Futbolera hasta la médula, Ana Rosa no ha querido perderse el partido de España ni estando en alta mar. Acompañada de amigos, la periodista sufrió en la ronda de penaltis que acabó dejando a La Roja fuera del Mundial. Con el disgusto encima, la presentadora abandonaba el yate y regresaba a su rutina habitual en verano. Esta vez, al menos, no les hemos visto con sus gemelos. ¿Se habrían quedado en casa mientras sus padres se entregaban a la pasión futbolera?

La presentadora suele pasar el verano en la casa que posee en Sotogrande. Allí hemos podido verla disfrutando de la compañía de amigos, yendo de tienda y bajando a la playa para relajarse. Confiamos en que este año la política no vuelve a ponerse en estado de alerta y tenga que renunciar a sus meses de descanso. No sería, desde luego, la primera vez...