Ana Obregón (67 años) ha visitado el plató de 'Días de Tele' para hablar de amor con Julia Otero. "Mi hijo en el último post que escribió decía que lo único que te llevas es el amor y el tiempo que has dedicado a las personas que quieres", ha empezado contando. Luego, ha hablado de cómo vive el amor de pareja en esta etapa de su vida, tras la muerte de su hijo Aless Lequio, y si quiere volver a enamorarse.
"La felicidad la veo tan lejos... Hay muchas veces que somos felices y no lo sabemos apreciar. Qué feliz era y no lo sabía, no le di la importancia que se merece. Cuando estás en un momento como el mío, de pérdidas y terrible, entiendes que hay que saber y valorar la vida cada instante", ha contado Ana Obregón.
"Tengo la impresión de que no te han sabido querer, que tú has querido más", le ha dicho Julia Otero y Ana Obregón se ha sincerado: "No, el verdadero amor es dar sin esperar nada. A mí me satisface haber dado tanto amor a mis parejas, como a mis padres hasta el final o a mi hijo. Pero si hablamos del amor de pareja claro que cabrea que te pongan los cuernos".
Ana Obregón ha dejado claro que no está abierta al amor: "con el corazón roto no tengo corazón para pareja, pero cuando lo tenía pienso que he tenido suerte, me han salido mal pero he tenido suerte porque me han dado buenos momentos". "Ahora no me interesa ningún tipo de hombres pero cuando me interesaba hay hombres quieren tener cosas más fáciles y mujeres que son florero, y yo nunca he sido un florero. Ojalá hubiera tenido la canción de Shakira para ponerme a facturar", ha añadido.
Ana Obregón no piensa que haya fracasado en el amor a pesar de lo que ha sufrido y de los desengaños amorosos, tampoco de 'las locuras' que ha hecho por amor. "Dejé Hollywood por Fernando Martín pero no me arrepiento, porque ahora podría estar triunfando o no, pero esos momentos de amor no los habría vivido", ha contado.
"Lloro todos los días"
Julia Otero le ha preguntado cómo lleva el dolor por la pérdida de su hijo y sigue adelante con una sonrisa en el rostro con todos sus proyectos. "¿Cómo pasas de esa pena al rímel y la pestaña?", le ha preguntado.
"Lloro todos los días, pero luego siento la fuerza que me envía él y aquí estoy con el rímel la pestaña e intentado sonreír. Este es un viaje que hay que vivirlo o en primera persona o acompañando a alguien.... El amor de unos padres hacia un hijo es un amor infinito, te despierta esa conciencia y la empatía cuando vives una tragedia así".