Sin duda esta está siendo la peor Navidad para Ana Obregón. Es la primera que pasa sin su hijo Álex Lequio y se le está haciendo muy cuesta arriba. Ya lo demostró hace unos días cuando decidió no celebrar la Nochebuena y no estar junto a su familia en esta noche tan señalada. Prefirió quedarse sola y llevar el dolor de la forma que ella mejor considera. En los últimos días han sido varios los recuerdos que ha tenido para su hijo y ha expresado lo feliz que ha sido en las anteriores fiestas navideñas gracias a él. Ahora ha compartido con sus seguidores cómo afronta la recta final de su año más duro, y de nuevo lo ha hecho a través de unas palabras y una imagen desgarradoras.
En su perfil de Instagram ha publicado una fotografía en la que aparece con semblante serio y triste. La ha acompañado de un texto en el que ha contado lo que está haciendo estos días para llevar lo situación lo mejor posible. “Aislada y meditando para transformar el dolor en amor”, han sido las palabras con las que ha desvelado cómo está afrontando estas semanas. Ana Obregón ha añadido que en el atardecer “el cielo se tiñó de rojo como mi alma”, una frase demoledora con la que vuelve a evidenciar su dolor. Para Ana estos días le acompaña “el mejor maestro”, que no es otro que el silencio”.
En su publicación Ana Obregón también ha recordado que dentro de cuatro días estará en la Puerta del Sol para dar las Campanadas. Su intención es “juntos despediremos este maldito año con esperanza”, una palabra a la que ha hecho referencia varias veces desde que se supo que iba a volver al balcón de la plaza madrileña para despedir el año. Una vez más ha recordado a Álex Lequio diciendo que “mi hijo me ilumina cada segundo con hilos de plata que me manda desde donde está”.