Ana Boyer y su hermana Tamara Falcó se adoran, hasta el punto de que Ana no dudó en volar desde Doha –donde vive con su marido, Fernando Verdasco, y sus dos hijos–para apoyar a su hermana tras su ruptura con Íñigo Onieva. Ana y Tamara son muy distintas. Mientras Ana siempre ha tenido fama de estudiosa y responsable, herencia de su padre, el que fuera ministro de Economía de Felipe González, Miguel Boyer, Tamara ha sido alegre, divertida y pizpireta, características que la han convertido en todo un fenómeno mediático.
Para Ana Boyer no es extraño que Tamara sea precisamente quien haya tomado el relevo de su madre, Isabel Preysler, en las portadas de las revistas. "Tiene algo que engancha", ha declarado Ana en una entrevista concedida a El País. Ana y Tamara se llevan siete años de diferencia, pero han estado siempre muy unidas, algo que no debe extrañar a nadie porque los hermanos Iglesias eran ya independientes y vivían en EEUU, y con sus hermanos Boyer apenas ha tenido relación. Así que Tamara ha sido siempre el referente de Ana.
Y como muestra, un botón. Ana ha revelado una anécdota de cuando la hija menor de Isabel Preysler cuando quería salir de casa. Sobre Isabel, perfecta siempre en sus apariciones públicas, pesa la aureola de ser una mujer muy estricta entre las cuatro paredes de su casa. Tamara Falcó ya desveló en una de sus primeras entrevistas, concedida a Ana Rosa Quintana, que mejor no ver a Isabel Preysler enfadada.
Así lo narra el periodista Carlos Megía en El País: "Mientras la hija de Isabel Presyler y el exministro Miguel Boyer vivía con pavor el momento de tener que pedir permiso a sus padres para realizar según qué planes, su hermana mayor, la archiconocida Tamara Falcó, la instaba a relajarse y fluir". ¿Y cuál es el consejo que le daba Tamara a su hermana pequeña? Muy sencillo, hechos consumados. Así lo cuenta Ana Boyer: “Ella [Tamara] siempre estaba tranquila y me decía, ‘¿Tú quieres hacer algo? Pues se lo escribes a nuestra madre en un pósit, lo cuelgas en su espejo, te vas y lo haces’. Pero yo me montaba miles de escenarios en mi cabeza y me agobiaba muchísimo”.
Isabel Presyler, al final, dejaba a Tamara por imposible, y aunque ella la apoya en todo, es también su mayor crítica. Ana, mucho más reservada que su hermana, dejó su trabajo como economista tras su boda con Fernando Verdasco y, al igual que Tamara, frecuenta alfombras rojas y es imagen de varias marcas, algo que no le resulta del todo ajeno, pues su madre y sus hermanos han sido siempre objetivo de los focos. "En el fondo este mundo es algo que también veía en mi casa con mi madre y mis hermanos, no es extraño ni ajeno a mí", ha dicho Ana.