Con la expulsión de Emma Ozores y Elettra Lamborghini, la casa de GH VIP 5 se ha quedado con sus tres finalistas definitivas, Irma Soriano, Alyson Eckmann y Daniela Blume. Tres mujeres que no han pasado inadvertidas, que han mirado de frente de los problemas (más o menos…) y que han hecho suyo el concurso de convivencia.
Telecinco, finalmente, ha cambiado de planes y ha trasladado la gran final al próximo Jueves Santo y ha dejado para hoy domingo una jornada de expulsión, de modo que entre Alyson, Irma y Daniela, solo quedarán dos de aquí al jueves. La emoción estña en todo lo alto.
Aída Nízar ahora hace campaña a favor de Blume, pero no sabe ella que por la concursante que más ha hecho ha sido por la jiennense. Sus ataques desaforados contra la presentadora, que pretendían hacerla tambalear solo consiguieron una cosa: que el público la arropara aún más. Ha sido la mayor campaña de desprestigio que da la vuelta de la historia del concurso. Es cierto que desde que la vallisoletana no está en Guadalix, el espíritu de Irma ha tendido a perder empuje, a disiparse. Es lo que tiene tener como estrategia mostrar tu lado más calmado.
En el otro lado de la balanza, dos rubias guerreras y peleonas. Ex amigas y compañeras que fueron capaces de pasar del amor al odio en tres meses de convivencia. Daniela y Aly han tenido historias en la casa, se han dejado conocer y han despertado tanto filias como fobias. De lo último especialmente entre ellas… Han atravesado la barrera de la cordialidad que se tiene con las compañeras de trabajo y han acabado diciéndose que cada cosa que hace la otra la incomoda. Bueno, eso la norteamericana, porque la catalana ha sido bastante más cauta a la hora de rajar. La edad siempre es un grado.
La gran final del reality de famosos tendrá lugar el próximo jueves –y no hoy domingo, como se había anunciado inicialmente–, día en el que conoceremos el nombre de la flamante ganadora. Pero estas tres mujeres ya han hecho historia, pues nunca antes había llegado hasta este punto del programa tres féminas mirándose a la cara y disputándose el maletín.