El estreno de ayer jueves 5 de julio de ‘Lazos de sangre’, en el que se repasan algunas de las grandes sagas familiares españolas, daba el pistoletazo de salida con la Casa de Alba. Una de las grandes sensaciones de la noche fue precisamente el testimonio de Alfonso Díez, el viudo de la fallecida Duquesa de Alba.
El tercer y último marido de la Duquesa concedía su primera y única entrevista al programa para hablar de la que fue su gran amor. Una relación que en su día estuvo bien cargada de polémica por la diferencia de edad de la pareja, siendo él 24 años más joven que ella.
La del viudo fue una auténtica declaración de amor. A pesar de confesar ante las cámaras lo mucho que le costaba hablar de sus sentimientos, Díez abrió su corazón y con mucha emoción se deshacía en halagos por la que fue “lo mejor que me ha pasado en la vida”.
Asegurando en el inicio de la entrevista que la diferencia de edad nunca había sido problema, explicaba que “Cayetana era muy divertida, muy inquieta. Yo me lo he pasado con ella como con nadie”. No es de extrañar, puesto que la pareja tenía muchas cosas en común: “Hemos viajado mucho juntos, hemos ido al cine. No hemos dejado el cine nunca, porque nos gustaba mucho. Ella sabía muchísimo de cine”.
Además, el séptimo arte y la que fue su esposa le dieron la oportunidad de vivir experiencias increíbles: "Con ella he conocido a personas a las que de otro modo nunca habría tenido acceso, como Concha Velasco, por ejemplo".
Esta pasión les acompañó hasta los últimos días de la Duquesa y Díez encontró en el cine una vía de escape: "Cuando no estaba bien de salud, y la cosa no pintaba bien, para animarla compraba todo lo que veía de cine en dramas y suspense... Pero no podía repetir una película, no le gustaba verla dos veces”. Y es que tal y como explicaba: "Yo la he cuidado mucho, pero como ella me ha cuidado a mí. En todos los aspectos de la vida, como es normal".
El viudo además quiso hacer hincapié en la generosidad de Cayetana de Alba, quien aseguraba que era “la personas más generosa en el mundo”. Al final, Díez explicaba con los ojos iluminados: "Nunca estaré lo suficientemente agradecido a ella. Ha sido un placer estar con ella (…) He aprendido muchísimo. Ha sido un honor estar con ella".