'Lazos de sangre' ha arrancado con muchísima fuerza. El documental sobre la Casa de Alba ha sido el encargado de dar el pistoletazo de salida a un programa que promete sacar a relucir la cara más desconocida de las sagas familiares más importantes de nuestro país. En el documental que se ha realizado para la ocasión, uno de sus protagonistas indiscutibles ha sido Cayetano Martínez de Irujo quien ha hablado alto y claro de todos los problemas emocionales que vivió durante su niñez y su difícil relación con su madre.
"Fui un rebelde con causa porque realmente tuve una tristísima infancia. Yo he tardado 40 años en recuperarme de eso y no he dudado en acudir a todos los tratamientos psicológicos posibles para vencer eso porque no me dejaba avanzar", ha confesado sin tapujos. Sin embargo, Cayetano se ha abierto en canal cuando ha confesado que lo que más le marcó en la vida fue la manera en la que le comunicaron la muerte de su padre.
"Yo estaba con mi niñera y la veía rezar pero no sabía qué pasaba. Vino entonces un hermano mío a darnos la noticia como si aquello fuese una película. Entró en la habitación y nos dijo que papá estaba en el cielo y se quedó tan ancho. Fue mi hermano Alfonso y aún estoy esperando a que me pida perdón por aquello porque si ves a un niño llorar desconsoladamente es lo mínimo que puedes hacer", ha confesado con un nudo en la garganta.
"Que no te hayan dejado despedirte de tu padre... Mi madre no se dio cuenta. Nos quiso proteger, pero se equivocó", ha zanjado el tema. Un doloroso recuerdo con el que ya está en paz, de la misma manera que pudo recuperar muchos años perdidos junto a su madre: "Los últimos seis, siete años de su vida tuvimos una relación que he tenido con muy poca gente. Yo me quedé muy en paz con mi madre".