Álex Lequio se convierte en todo un joven emprendedor

El hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio habla sobre su nuevo negocio y la fama en una entrevista al ABC

Álex Lequio se convierte en todo un joven emprendedor

Álex Lequio, el hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio, se encuentra en un próspero momento profesional en estos momentos. El joven, que aunque ahora tiene 23 años sigue siendo recordado por ser el terror de los paparazzis en los noventa (¿quién no recuerda cómo mordía los micrófonos cuando apenas levantaba un palmo del suelo?), ha concedido una interesante entrevista en el diario ABC en la que habla de su vida actual y aquellos tiempos en los que su cara aparecía día sí y día también en los medios de comunicación.

Álex, fruto de sus años de estudios en Estados Unidos, ha creado una empresa llamada Polar Marketing que se dedica a proyectar la imagen de marcas de moda y ocio a través de líderes de opinión. Pero más allá del publirreportaje que le dedica la cabecera del grupo Vocento en sí, lo interesante de esta entrevista se encuentra en aquellas preguntas que poco o nada tienen que ver con su nueva aventura laboral.

Más allá de proclamar su simpatía hacia Albert Rivera, el joven Lequio afirma que quiere distanciarse de sus apellidos para que se le tome en serio en el ámbito empresarial. "Estoy muy orgulloso de mi apellido, pero poco a poco me estoy incorporando al ámbito corporativo y me gustaría dejar de lado todo el corazón. Me encanta ese mundo, porque he nacido en él y es algo que he palpado desde que soy pequeño. Pero tengo otras ambiciones. No es ni bueno ni malo, simplemente no soy así. Mi madre es artista, y es la mejor artista de España. Pero yo soy más de números", ha dicho al respecto.

Sobre su abuelo, Antonio García Fernández, dijo que "siempre le he visto como un ejemplo a seguir. Me ha influenciado mucho. Me aconseja en la forma de afrontar nuevos retos, de nunca venirme abajo. Pasando tiempo con mi abuelo supe que quería orientar mi carrera a investigar cómo piensa la gente". Aunque tampoco se ha olvidado, como era de esperar, de su progenitor, de quien dice que "a  la hora de enfrentar retos, a parte de mi abuelo, me ha enseñado muchísimo mi padre, que es una persona muy lista. Tuvimos una reunión con unos alemanes, y me sentó y me transmitió confianza".

De su pasado como agitador de paparazzis se ha excusado afirmando lo siguiente: "Todos los niños tienen sus travesuras, pero da la casualidad que la mía salía en la tele y se acuerdan. Somos todos iguales". En eso hay que darle la razón.