“Creo que me veo capaz”, confesaba Álex González como si de un mantra recitado a sí mismo se tratara. Tres horas de besos, achuchones, fotografías, piropos, lágrimas de felicidad y selfies, le aguardaban. “Mira que me lo pensé, ¿eh? Que esto no lo hace cualquiera. Pero, sí, estoy decidido. Tengo fuerzas”, bromeaba el actor.
Por la noche, volvería al rodaje de la segunda temporada de 'El Príncipe', a vestirse (o desvestirse) de inspector Morey y a enfrentarse a ese intrincada trama de intrigas policiales, de narcotraficantes, de pasiones imposibles y conflictos religiosos… Pero antes se enfrentaba a otra guerra, quizás sin balas de por medio, pero igualmente intensa y a quemarropa: el cariño de cientos de jovencitas que se agolpaban a las puertas de un centro comercial para disfrutar de unos segundos junto a su ídolo.
¿Prefieres este tipo de guerras o las de la serie?
No sé qué decirte (risas). Éstas. El cariño de las fans es el que hace posible que siga trabajando.
No había opción a preguntas, el encuentro era sólo para fotógrafos y público, pero Lecturas pudo arrancar alguna frase al actor de moda. El perfume femenino Anais Anais cuenta con fragancia estival y qué mejor que pensar que, con ese olor al cuello o las muñecas, uno de los hombres más guapos del cine y la televisión podría rendirse a tus pies. Con esa premisa, los responsables de la firma acercaban a Álex González a su público. Durante tres horas, el madrileño recibiría a cientos de chicas y chicos, de niñas, de señoras casadas y hasta de señoras jubiladas. Con ellas departiría un ratito y firmaría la etiqueta del frasco de su perfume debidamente adquirido. “Hoy va a ser un día intenso”.
¿Te imaginabas que pudieras desatar algo así?
No… Es increíble ¿verdad?
Con camisa azul con flores minúsculas, pantalón de vestir también marino y zapato Oxford avellana, Álex Gonzalez se presentaba ante los flashes de fans y fotógrafos. Nervioso, con una sonrisa tímida, tomando aire hasta llenar completamente los pulmones, el actor asumía la avalancha de pasión que se le venía encima.
¿Cómo un estreno?
(risas) Peor.
“Dios, qué guapo! Pero qué guapo! Guaaaaaapo”, eran frases que también se oían como en un coro griego. “Tiene 7 años, pero es que es muy fan. Le quiere mucho. ¿Tú le conoces? Tiene cara de ser muy buen chico, ¿verdad?”, consultaba una madre, mientras su hija con un teléfono movil con una pantalla casi más grande que su carita contaba las fotos que le hacía a su actor querido. “55, 56, 57…” Y seguía. “Podría ser mi nieto, pero hijo, qué bueno está”, apuntaba otra señora a carcajadas.
¿Tú sabías que provocabas estos furores en el pabellón femenino?
No seas malo, guapo…
Rojo de la vergüenza, Alex prefirió dar rienda suelta al trabajo encomendado y vencerse a los besos de las fans. “¿Os gusta la serie?” “Sí”. “¿Qué es lo que más os gusta?”. “Tú”. Y volvía a no sabía donde meterse. Y aún le faltaban dos horas más de azoramiento continuo.