Los recién casados quisieron agasajar a sus invitados la noche previa al enlace con una cena informal en uno de los restaurantes más conocidos de Lima, el Osaka, de cocina nikei que fusiona la gastronomía peruana y la japonesa. La mayoría de los invitados llegaron al local en autocares, para evitar en la medida de lo posible el tráfico del centro de la ciudad.
Alessandra lució para la ocasión un sencillo vestido estampado, mientras que Christian llevó unos pantalos color crema y una camisa celeste. La sorpresa de la noche la protagonizó el padre del novio, Ernesto de Hannover, a quien no se le esperaba en la boda, más que nada porque fue el gran ausente de la boda de su otro hijo, Ernesto, el mayor de los que tuvo con su primera esposa, Chantal Hochuli. También es cierto que Ernesto de Hannover no aprobaba la boda de su hijo mayor con Ekaterina Malysheva, mientras que nunca se negó a la de Christian y Alessandra.
A la cena hubo varios invitados españoles, como también los habría al día siguiente en la boda. Por el Osaka estuvieron la empresaria Alejandra de Rojas, así como Tatiana Shin Botín, nieta del banquero ya fallecido Emilio Botín. Hay que recordar que Christian y Alessandra, a la que familiarmente llaman Sassa, viven en Madrid desde hace cuatro años y tienen muchos amigos dentro de la alta sociedad de nuestro país.
La familia real griega también estuvo representada con Nicolás de Grecia, hijo de Constantino y Ana María, y Olympia, la primogénita de Pablo de Grecia y Mari Chantal.
Christian y Sassa se conocieron hace diez años, cuando Alessandra, con apenas 15 años, le hizo de guía por Lima. El compromiso oficial se celebró hace unos meses en Londres, donde reside la madre de Sassa, la modelo Elizabeth Foy.