En el currículum sentimental de Alejandro Albalá (29 años), hay dos relaciones que le marcaron mucho. Se trata de las que tuvo con Sofía Suescun e Isa Pantoja. Y no solo por ellas. El hecho de que Maite Galdeano e Isabel Pantoja fueran sus suegras, es algo que todavía hoy en día recuerda. Con eso de que tanto Sofía como Isa están de actualidad, en especial por cuestiones relacionadas con sus madres, a Alejandro le resulta inevitable hablar de ellas y de las que un día fueron sus suegras. Ahora, el colaborador ha estado en el programa ‘Fiesta’ y allí se ha referido a cómo vivió su vínculo con Isabel Pantoja.
Alejandro Albalá, en el programa presentado por Verónica Dulanto y Frank Blanco, ha dicho de Isabel Pantoja que "es una persona fría, calculadora, que lo quiere tener todo controlado. Es un poco así altiva, como si fuera diciendo 'aquí estoy yo’”. De esta forma tan fría ha definido a la que un día fue su suegra, de la que no guarda el mejor recuerdo.
Alejandro Albalá destapa sus discusiones con Isabel Pantoja
Además, ha destapado las discusiones que mantenían y el motivo por el que ocurrían. Sobre sus rifirrafes con la madre de Isa Pantoja, Alejandro Albalá ha comentado que “hemos tenido más discusiones que conversaciones normales. Muchas de estas discusiones siempre eran por cosas que le decía a su hija". Y la cosa no quedaba ahí. El que fuera novio de Isa Pantoja ha asegurado que la que fuera su suegra se dirigía a él de forma despectiva, sin ni siquiera utilizar su nombre en muchas ocasiones. Además, cuando desde el programa le han preguntado si Isabel Pantoja alguna vez llegó a insultarle, el colaborador ha comentado que hubo “un poco de todo”.
Una situación en la que según Alejandro Albalá, Isa Pantoja llegó a influir en alguna ocasión. El que fuera novio de la colaboradora ha relatado uno de los episodios que dio lugar a una discusión entre Isabel Pantoja y él. “Isa estaba lavando en la bañera a su hijo. Mientras, yo estoy hablando con mi madre, y ella me pidió una toalla, no me enteré y se enfadó conmigo. Ella coge y dice, mamá, ¿qué te parece que Alejandro no me ayude?”, fue el acontecimiento que según ha relatado llevó a uno de esos momentos tan desagradables entre suegra y yerno. Temas de los que según él, le prohibieron hablar desde Cantora. Una indicación que él acató porque “nunca había estado en este mundo y hago caso a Isabel Pantoja que lleva años aquí”.
Alejandro Albalá habla del miedo que sintió con Isabel Pantoja
Pero ahora que ya ha tirado de la manta, ha relatado más episodios. Entre ellos, uno por el que ha comentado que llegó a sentir miedo. En el programa de Telecinco, también se ha remontado a un conflicto que tuvo lugar cuando él salía con Isa Pantoja y que tuvo lugar entre la tonadillera y él en Ibiza. “El mal rollo empieza en Ibiza el día del barco por la noche. Hay un detonante que no tiene nada que ver, algo que pasa en televisión y de lo que yo no hago nada y yo no tengo culpa. Era algo relacionado con ella y las cosas que hacía con su hija. Estábamos cenando y me coge a mí Isabel madre y pum, pum, pum... Me hace culpable de lo que se está hablando en televisión… Me echaba la culpa porque me estaban defendiendo a mí y porque venía como de mi parte. Me vine muy abajo y no sabía por dónde tirar. Tengo a la madre de mi novia y a mi novia en contra mía”.
Sobre este momento que todavía hoy recuerda bien, Alejandro Albalá ha asegurado que “llegué a sentir miedo, un poquito. Esta pelea ha sido la más importante. Yo acabé llorando”. Una situación de lo más polémica que no se ha atrevido a destapar hasta muchos años después.
Alejandro Albalá relata la tensa situación de Cantora
Para rematar su discurso, Alejandro Albalá también ha hablado de lo incómodo que era ir a Cantora debido a la relación con otros familiares. “La única que se hablaba con Isa era Isabel madre. Nosotros era como si no existiéramos. La familia no le dirigía la palabra. Para ella era algo normal. Nos sentábamos en la mesa y la tensión se cortaba con un soplido. Si nosotros hablábamos era con Isabel y ya está”, ha revelado sobre esa tensión que asegura que estaba patente cada vez que Isa iba a la finca gaditana a visitar a su madre.