Cualquiera que tenga leves nociones de quién es Aída Nízar -si es que queda alguien que no conozca a la más polémica de los ex grandes hermanos- podrá adivinar lo que está ocurriendo en la casa de Grande Fratello incluso sin haberlo visto. La ahora concursante ha conseguido revolucionar el concurso hasta límites insospechados. En su haber cuenta ya con una expulsión disciplinaria, una nominación directa y un buen puñado de concursantes, colaboradores y espectadores que gritan, literalmente, cada vez que aparece en pantalla. Aída, de nuevo, generando enemistades...
“Aída, eres una profesional de los realities”. Barbara d'Urso, la presentadora de la edición italiana de Gran Hermano, intentaba calmar los ánimos tras una semana de las más demoledoras del reality. En la casa de Cinecittà ha ocurrido de todo y nada bueno. El ambiente tras la llegada de Aída se ha enrarecido tanto que la organización ha tenido que tomar cartas en el asunto. Nadie quiere a la concursante en el formato. Ni sus compañeros, ni los colaboradores de plató, ni gran parte del público.
Aída ha desplegado todas sus artes para sacar de quicio a los habitantes. Ha rescatado a la Aída que tan bien conocemos y le ha dado alas. El resultado, claro, ha sido peor de lo esperado. No solo ha lanzado comentarios tan terribles como 'que se vuelva a Senegal', en referencia a Baye, otro de los concursantes, sino que ha sido protagonista de un episodio gravísimo. Un acoso que ha obligado a la organización a pronunciarse de forma taxativa.
Expulsión disciplinaria
La concursante preguntaba cuál era su tiramisú para poder comérselo ella sola, ya que su relación con los demás concursantes no es que pase por su mejor momento. Directa, cogía su copa y se marchaba a la habitación, algo que no gustaba al resto. Baye la seguía para arrebatarle el postre y Aída se resistía. Comenza así un enfrentamiento altamente desagradable. Gritos, insultos y una muchedumbre rodeando a la concursante, cada vez más y más tensa.
Finalmente, Barbara se pronunciaba en directo. La dirección no podía permitirlo y expulsaba a Baye de forma fulminante. El concursante aceptaba la decisión, pedía perdón pero continuaba su cruzada contra Aída. Eso sí, tampoco se fue de rositas. Sus continuos enfrentamientos con todos, especialmente con Luigi, hacía que también Nízar fuese nominada de forma disciplinada. Será la audiencia la que decidirá si debe continuar o no en el concurso. “Grande Fratello tiene el deber de escuchar a la gente, al público”, sentenciaba la presentadora.
En la cuerda floja
“Aída, sabemos que eres una provocadora. Es parte de tu misterio. Grande Fratello lo sabía, todos lo sabíamos”, la explicaba d'Urso. “Todo el tiempo que has estado en el otro programa, has hecho reír a Italia. Has entrado para provocar risas”. Debe ser que la experiencia como colaboradora de Aída en Italia no se parece en nada a la española. Aquí, risas, tampoco es que generase muchas... “Le pido a Dios que nadie se encuentre en la misma situación que me he encontrado aquí”, suplicaba la concursante entre lágrimas.
Aída lo tiene complicado. Puede que su aventura en Italia termina antes de lo que pensaba. Al menos, dentro de la casa. ¿Se reinventará en el exterior? Veremos.