“¿Está Italia preparada para una mujer como Aída Nízar?”. No lo preguntamos nosotros, que conste -la respuesta está bastante clara-, sino la propia Aída. No contenta con llevar años revolucionando un país, ha decidido saltar a otro y, al parecer, a los italianos no les ha sentado mal. Claro que, pobres, todavía no saben a lo que se enfrentan. Bautizada como 'el huracán Aída', la ex gran hermana lleva a Italia dispuesta a ganar Grande Fratello, su versión de nuestro GH. No le faltan tablas y experiencia. Eso sí, tan apoteósico ha sido el comienzo que se la han tenido que llevar los de seguridad... Temblad.
“¿Quién es Aída Nizar?”, pregunta la propia Aída mirando a cámara. Ella misma tiene la respuesta. “Una mujer aplastante, una mujer con ganas de vivir, con tantísima pasión”. Pocos minutos le duró el subidón. Aída aterriza a Italia dispuesta a ganar Grande Fratello. No concursar, no. Ganar. Y para ello ha estado preparándose todos estos meses. Desde aprender el idioma -que habla con una soltura apabullante- hasta cebar bien su extenso currículum. 'Todas estas polémicas son mis méritos', podría haberles dicho. En su lugar se contentó con un “Aída es una estrella de España”. Mentir, no miente. Ahora, ¿qué tipo de estrella?
La ex gran hermana se convierte en grande sorella para revolucionar la casa de Cinecittà y, antes de entrar, ha protagonizado ya su primer encontronazo. Tantos consejos quiso darles a los italianos -'adorad vuestra vida, perseguid vuestros sueños'- que el programa se quedó sin tiempo y tuvieron que aplazar su entrada triunfal hasta la semana que viene. Algo que no sentó nada bien a la excolaboradora y, de rebote, a la organización. En el pecado llevan la penitencia. Aferrada a la puerta y abucheada por el público, tuvieron que llamar a seguridad para que se la llevasen del plató. Hay cosas que nunca cambian.
En asuntos de trueques televisivos, hay que reconocer que Italia sale ganando. ¿Cómo es posible que nosotros les mandemos a Aída y ellos nos lo devuelvan con medias tintas al estilo Marco Ferri? Solo nos falta cruzar los dedos para que esto se alarga en el tiempo. ¿Necesitarán también una Oriana de reserva? Puede que la llegada de Aída suponga el fin de Grande Fratello. Tampoco pasaría nada. Por mucho que se esfuercen, nunca van a encontrar un ejemplar de estas características. ¿Está preparada Italia para una mujer como Aída? No, desde luego. Ni el mundo tampoco.