Nada ni nadie pueden amargarle la fiesta a Agatha Ruiz de la Prada desde que se ha quitado esa losa de encima que ha sido el divorcio de Pedro J. Ramírez. Prácticamente ha ido todo encadenado. A principios de diciembre, la diseñadora firmaba los papeles que hacía oficial la separación del periodista. Lo hacía con la originalidad que la ha definido siempre: vestida con burka, porque no quería que su exmarido la volviera a ver nunca más.
Este fin de semana, un apacible paseo a caballo con su hijo Tristán, acababa con un aparatoso incidente que le ha costado una muñeca rota. Unos instantes después de la bonita instantánea que tomaba su hijo, perdía el control y caía cargando todo el peso sobre el brazo derecho. Así lo explicaba desde sus redes sociales: "Premio a la elegancia. 5 minutos antes de romperme la muñeca". Aunque parece que ha recibido en muy pocos días de diferencia una de cal y otra de arena, De la Prada se ha empeñado en que el balance en este final de 2017 sea positivo. Y sintiendo, seguro, un rabioso dolor. Porque es más que evidente que daño se ha hecho, pues incluso le han tenido que poner un clavo.
Pues ni el clavo ni el engorroso vendaje ni tener que llevar el brazo en cabestrillo, Agatha lo tenía claro: se iba de fiesta con Rafael Amargo. "En cuanto salga del hospital me voy a una juerga flamenca donde me están esperando @rafaelamargo @pilarmunozcalero @cri7cri7 @catarina__valente @aguedus", escribía desde Instagram.
Y tal y como prometió así lo hizo, como demostraba el bailaor con su agradecimiento desde sus redes sociales: "Ella me prometió que venía y esta mañana ha tenido un accidente. Y con su escayola y su clavo, y después de horas de hospital, HA VENIDO A VERME. OLÉ. Eso sí que es flamenco, cumplir con la palabra aunque sea arrastrándose. OLÉEEEE. MUJER DE PALABRA VALE por 2".
Fiesta mediante, lo cierto es que la diseñadora no va a poder librarse de la cita ineludible que tiene con el quirófano, como ha contado en el portal Vanitatis: “He tenido mala suerte porque me he roto la muñeca por varios sitios. De hecho, el miércoles me van a operar".
Su optimismo y vitalidad parecen a prueba de bombas y un incidente tan fortuito como el del domingo no la han amedrentado y sigue pensando en volver a montar a caballo en cuento esté recuperada.