Adriana Abenia sigue inmersa en la recuperación de la operación de pecho a la que tuvo que someterse tras encontrar "un bulto sospechoso" en una revisión rutinaria. Afortunadamente, todo quedó en un susto y la periodista ha confesado que ya se encuentra mucho mejor, deseando disfrutar de su nueva figura y es que cabe recordar que aprovechó la intervención para mejorar la apariencia de sus mamas, algo que si no llega a ser por el bulto "jamás hubiera hecho". Este lunes, reaparecía en Instagram con una tradicional ronda de preguntas y respuestas donde no dudó en desvelar más detalles sobre el antes y después de la intervención.
Aunque ya han pasados dos semanas, Adriana Abenia ha confesado a sus seguidores que sigue durmiendo incorporada pero los únicos dolores que ha tenido han sido "en la espalda y también en el estómago después de tomar la amoxicilina".
La noticia no fue fácil de asimilar. La presentadora asegura que adelgazó 4 kilos sin darse cuenta pero a la vez le ponía ese toque humorístico tan característico: "Menos mal que la anestesia me dio hambre. Al despertarme solo deseaba comerme una paella". Sin duda, lo más complicado ha sido estar lejos de su hija Luna, un reencuentro que todavía le pone la piel de gallina: "Se emocionó tanto al vernos que me dio hasta pena", manifestaba.
De vuelta en Madrid, después de pasar más de una semana en Barcelona, Adriana está aprovechando este impasse para disfrutar de los pequeños detalles del día a día como pasear al aire libre. Lamentablemente, las navidades se plantean complicadas en todas las familias debido a la situación sanitaria a consecuencia del coronavirus y todo parece indicar que la presentadora no podrá trasladarse hasta Zaragoza para estar junto a sus seres queridos.