Adicciones y una detención: La dura historia de superación de Álvaro Torres, el hijo mayor del arquitecto Joaquín Torres

Joaquín Torres (53 años) siempre ha hablado con orgullo de sus dos hijos: Álvaro y Manuel, fruto de su matrimonio con Mercedes Rodríguez. Hasta el momento, los jóvenes se habían mantenido alejados de la fama de su padre, pero era el primogénito de la ex pareja quien rompía con su anonimato este miércoles para hablar largo y tendido de su adicción al alcohol y las drogas.

A sus 17 años, Álvaro concedía su primera entrevista a Sonsoles Ónega, un relato muy complicado a través del cual ha querido enviar un mensaje a todos aquellos jóvenes que, como él, se ven perdidos. 

Después de años de idas y venidas en diferentes colegios, a los 15 años llegó a un nuevo centro de estudios donde se rodeó de malas compañías. "Al final haces lo que tu entorno hace", contaba. "Mis amigos crecían muy rápido, y empezamos a beber y a fumar tabaco y porros para divertirnos. Al final se convirtió en lo normal (...) A esa edad eres inmaduro, de hecho sigo teniendo inmadurez, y en ese momento te sale a cuenta traicionar la confianza de tus padres", aseguraba con cierto pesar. Y es que ni su padre ni su madre podían ni siquiera intuir el rumbo que estaba tomando la vida de su hijo mayor.  

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Tal y como él ha revelado, se pasaba los días bebiendo y fumando, hasta el punto de no recordar lo que había hecho el día anterior. Sin embargo, nada de eso le preocupaba y se autoconvencía de que hacía lo correcto. "Me lo estoy pasando bien con mis amigos, ellos no lo entienden, te autoconvences a ti mismo de que tienes el control. Todos los fines de semana salía y al día siguiente tenía que mirar a ver qué había hecho. Lo único que haces es hacer el ridículo", ha confesado. 

Álvaro siempre ha tenido todo a su alcance, nunca le ha faltado de nada. Y aún así, eligió el camino incorrecto, algo de lo que se arrepiente cada día. "Con la suerte de tener una familia que me puede dar una vida privilegiada yo me empeñé en joderme la vida", exclamaba. Revelación que sorprendía a Sonsoles Ónega.

La detención, un punto de inflexión para Álvaro Torres

Álvaro pasó años con esta vida autodestructiva pero una inesperada detención lo cambió todo. El joven fue detenido por conducir bajos los efectos del alcohol y las drogas y con una amiga metida en el maletero del coche. "Me pillaron con todo... Se me cayó el mundo encima. Llamé a mi madre. Sabía que la bronca de mi padre iba a ser mortal", aseguraba. Tardó dos semanas en contarle lo que había pasado a su progenitor, una acalorada conversación en la que Joaquín le hizo entender que "estaba haciendo el ridículo" y malgastando su vida. 

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Ahora, el joven ha dado un giro radical a su vida y a punto de alcanzar la mayoría de edad se ha convertido en coach motivacional. Su perfil de Instagram está repleto de vídeos en los que se dirige a los más jóvenes con el objetivo de ayudarles a no caer en las redes de las adicciones. "Te metes en malos hábitos y no te das cuenta. Modifica lo que entiendes por felicidad... Cuando empecé a ir al gimnasio y a quererme conseguí una felicidad que no la consigues con nada", ha explicado Álvaro, que ya se ha alejado de esa vida y prepara su mudanza a Londres, donde continuará con sus estudios. 

La reacción de Joaquín Torres al testimonio de su hijo Álvaro

Lejos de separarlos, esta situación tan delicada ha fortalecido el vínculo que existe entre ellos. Para Álvaro, tanto su padre como su madre han sido un apoyo incondicional para salir del pozo y no les puede estar más agradecido. 

"Orgullo y apoyo total al mensaje de mi hijo", escribía el arquitecto en redes sociales al tiempo que animaba a sus fans a seguirle en Instagram. Mercedes Rodríguez también ha querido mostrar su apoyo a su hijo de manera pública, palabras en las que ha recalcado la enorme evolución de su primogénito: "Ha tenido un recorrido y un crecimiento personal que día a día demuestra. En la vida hay que equivocarse para aprender. Son lecciones".