En su vuelta a los platós, Ana Rosa Quintana quiso agradecer, además del cariño recibido a lo largo de estos 11 meses de ausencia televisiva debido al cáncer que le diagnosticaron el pasado año, el buen hacer y la profesionalidad del equipo médico que la ha tratado. Por la tarde, en ‘Sálvame’, Adela González tomaba la palabra para suscribir cada uno de sus agradecimientos a los expertos oncológicos que velan cada día por el bienestar de sus pacientes, haciendo especial mención a los equipos de enfermería.
La presentadora Adela González tuvo que lidiar hace un par de años con la enfermedad. A su hija de solo seis años se le detectó uno de los cánceres más agresivos, un sarcoma de Ewing. El diagnóstico más doloroso que puede recibir una madre. Lamentablemente, su “sirenita”, como ella siempre la ha llamado, falleció en la primavera de 2020; provocando un enorme dolor en toda la familia. Desde entonces y siempre que ha tenido ocasión, ha reivindicado el papel de los servicios oncológicos, que día a día trabajan con los pacientes a los que se les detectan células cancerígenas. “Fueron dos años muy duros. Quería agradecer a todo el servicio médico, que se deja la piel con los pacientes, a la familia y a los amigos. Detrás de mi hija, que ha sido más conocida, vamos a decirlo así, hay tantas y tantas familias que pasan eso cada día y que se vieron reflejadas con esa carta... Necesitaba hacerlo. Sobre todo, por el reconocimiento a todos esos profesionales que se deja la vida por nuestros niños”, dijo hace un año a El Español, donde explicó por qué había escrito una carta de agradecimiento a todos aquellos que velaron y continúan haciéndolo por los pacientes. Y ayer, aprovechando las declaraciones de Ana Rosa, quiso volver a recordar esta encomiable labor.
“Quiero hacer una mención a lo que Ana Rosa Quintana ha dicho de las enfermeras oncológicas y los enfermeros oncológicos”, dijo Adela González en ‘Sálvame’. Los ojos le brillaban, producto del recuerdo por todo lo vivido. “Es una especialidad que no está reconocida y, de verdad, son ángeles en la tierra y yo os mando también un beso”. La ‘reina de las mañanas’ había tenido unas palabras repletas de gratitud con el equipo de especialistas que la habían estado tratando a lo largo de esas 15 sesiones de quimio y las 16 de radioterapia a las que fue sometida para erradicar de su cuerpo la células cancerígenas. Su compañera de las tardes, no podía más que suscribirlas todas y cada una.