Adara, destrozada, confiesa en ‘Supervivientes 2023’ lo que le atormenta de la relación con su padre

Adara Molinero ha sido la concursante que se ha enfrentado en ‘Supervivientes 2023’ al puente de las emociones, en el que la hemos podido ver destrozada al confesar lo que más le preocupa sobre la relación con su padre

Sergio Rapado
Sergio Rapado

Periodista especializado en corazón y televisión

Adara Molinero
Telecinco

La noche de este martes en ‘Supervivientes: Tierra de nadie’ ha venido con fuerzas. Primero nos hemos encontrado con la noticia de la anulación de la votación y, como consecuencia, esta semana no había concursante salvado. Luego ha sido el turno de cruzar el puente de las emociones paraAdara Molinero (30 años), donde la hemos podido ver derrumbarse totalmente, sobre todo con los recuerdos que tenían que ver con su padre.

La hija de Elena Rodríguez (49 años) sabía que iba a vivir un momento muy complicado para ella, para el que quizás no estuviera preparado, a tenor de sus expresiones y actitudes subida encima del puente. “Llevo todo el concurso pensando que ojalá no llegara este momento”, comienza. “No quiero hacer daño a nadie”, continúa expresando con cierto temor de lo que pueden calar sus palabras en sus familiares.

Adara da el paso haciendo el puente de las emociones

A pesar de no estar del todo convencida y no terminar de dar el paso para iniciarlo, Adara necesita un pequeño empujón. Para eso está la presentadora en Honduras, para apoyar a todos los concursantes y animarlos. Laura Madrueño (37 años) le recuerda que piense en todo lo que ha conseguido, incluso cortándose el pelo. La ex de Gianmarco Onestini acepta cruzar el puente, a pesar de confesar tener “pánico” en ese preciso instante. La presentadora le recuerda que puede contar hasta donde ella quiera, sin ningún tipo de miedo.

Adara Molinero
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El primer escalón al que tiene que enfrentarse es el de la infancia. “Normalmente para la gente es algo bonito pero a mí me lleva atormentando toda la vida. Por la infancia que tuve, por una persona que estuvo que nunca hubiera tenido que estar y ahora ya de adulta, estoy trabajando en ello y quiero simplemente curar mis heridas”, relataba la madrileña.

“¿El recuerdo más bonito?”, le pregunta la presentadora. “Tengo muchos, con mi madre y con mi hermano, con mi abuela, con mi padre. El que me hace sonreír es mi madre haciéndome la comida. Con mi padre me acordaba hace poco un día que estábamos en un piso que le dije: '¿te puedo peinar?', y le llené la cabeza de coletas”, expresaba intentando aguantar el tipo.

La soledad y el amor para Adara

“La soledad es algo que hasta el día de hoy me había atormentado también y me daba mucho miedo, mucho pánico. Por eso muchas veces he estado con personas que no tendría que haber estado, por el miedo a la soledad. Me arrepiento mucho y digo: ¿Por qué? Creo que aquí me he fortalecido mucho y creo que yo me siento que después de salir de aquí voy a ser capaz”, manifestaba siendo totalmente sincera consigo misma e incluso reconociendo que había cometido algún error por el temor a estar sola.

Laura le ha comunicado que podría avanzar al siguiente peldaño, el del amor. “Es algo que he ido buscando siempre y no me he dado cuenta de que el amor me lo podía dar yo a mí misma. Lo buscaba y lo buscaba y me hacía muchísimo daño pero me lo tengo que dar yo”, reflexionaba. “Tengo el amor incondicional de mi familia, bueno de una parte, y con eso es con lo que me quiero quedar”, decía la exazafata.

Precisamente por esa parte que no incluía es por la que le preguntaba la presentadora hondureña. Adara ha terminado rompiéndose. “Es una mochila muy grande en mi día a día. Me hace muchísimo daño, es algo que no pensaba que se había recuperado la relación y cada vez pasa algo y se destroza todo. No lo entiendo de verdad y al pasar por aquí lo entiendo menos. Siempre me preguntó el por qué y no lo encuentro”, concluía.

Adara Molinero
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Adara envía un mensaje a su padre

Tras recomponerse un poco, ha pasado al siguiente escalón, el que versa sobre el rencor. “Puede ser que tenga mucho peso en mi vida pero no por mi parte, sino por la otra, sin motivos”, declaraba ella. Además, explicaba que ella como madre entiende menos la situación que está viviendo, ya que un hijo es la prioridad. Por ello, Laura le ha dicho que pasase al último escalón del puente, aquel en el que podía poner el sustantivo que ella quisiera y explicar lo que considerase.

Tras titubear un poco, comienza su discurso sin avanzar de peldaño. “Es que han sido tantas veces, que cada vez que pasa me destroza totalmente. Cada vez que me deja de hablar o no me llama, me mata. Entonces voy a hacer lo que me salga y ya está”, comentaba con el gesto compungido. “Esta vez no espero nada ya, solamente quiero curar mis heridas y poder ser libre en ese sentido sin dolor”, exclama antes de avanzar al último escalón del puente.

“Me gustaría poner la palabra unión”, comenzaba diciendo, ya que considera que valor y fuerza tiene mucho. “Creo que cualquier relación se puede salvar, simplemente hace falta hablar, que las cosas sean recíprocas, ya está, simplemente eso”, finalizaba. Con ello, manda una señal a su padre para intentar recuperar la relación con él, tras más de dos años sin hablarse. El tiempo dirá si el mensaje ha conseguido llegar a su progenitor o se pierde por el camino.