El próximo sábado 25 de Julio Beatrice Borromeo (29) se casará con Pierre Casiraghi (27), el pequeño de los hijos de Carolina. La ceremonia se celebrará en el Salón del Trono del Palacio Grimaldi, la residencia del príncipe Alberto, en Mónaco y posteriormente habrá un brindis en los jardines del Palacio. A la invitación de la familia real monaguesca se une otra de la madre de la novia, Paola Marzotto, quien ofrecerá un aperitivo a sus invitados en el hotel Fermaunt al que solo asistirán los familiares y allegados. La gran celebración nupcial y religiosa tendrá lugar dos semanas después, el 1 de agosto, en la Isola Bella del Lago Maggiore propiedad de los Borromeo y la princesa Carolina será la madrina.
1. De sangre azul
A diferencia de sus hermanos mayores, Andrea y Carlota, emparejados con plebeyos, Pierre ha encontrado una princesa de sangre azul para compartir el resto de sus días. Los Borromeo son una de las familias aristócratas italianas de más abolengo, propietarios de islas dentro del Lago Maggiore, en la frontera con Suiza, y hasta con un santo, san Carlos Borromeo, en su árbol genealógico.
2. Un padre ‘monegasco
Beatrice se lleva muy bien con Carolina, su futura suegra. Para encajar en Mónaco hay que estar preparado para las familias poco convencionales, y Beatrice viene de una. Su padre, el conde Carlo Borromeo, alternó abiertamente relaciones con dos mujeres: con su esposa, modelo alemana, y con la periodista Paola Marzotto, madre de Beatrice.
3. Una niña ‘Heidi’
Beatrice nació en San Cándido, un pueblecito en el Tirol italiano, al lado de Cortina d’Ampezzo, la estación de esquí más ‘chic’ de Italia. Su infancia fue de lo más bucólica: “Vivía en el campo. Heno, leche fresca, la guerra entre las balas de algodón con mis hermanos...”. , recuerda.
4. Guerra con mamá
Durante su adolescencia, tuvo una bronca monumental con su madre. “Me dijo que me fuera de casa. Así que recogí mis cosas y me largué dando un portazo. Estuve un año y medio sin hablarle. Estuve un tiempo con mi padre. Siempre me he llevado bien con él”. Tras esta ruptura con su madre, Beatrice sufrió una depresión.
5. Pisando la pasarela
Con su piel de porcelana, su cuello de cisne y su esbelta figura, se subió a una pasarela a los 15 años. Debutó con Chanel, quizá para que no se notara que tenía ‘enchufe’ en el mundo de la moda. Los Marzotto, su familia por parte materna, son la cuarta familia más importante del sector textil italiano, propietarios de la firma Valentino. En su época de estudiante trabajó de modelo. Cuanto tenía 20 años desfiló para Pronovias con un vestido de Valentino.
6. Amor universitario
Está muy orgullosa de haber asistido a un instituto público, aunque se licenció de sus dos carreras, Derecho y Económicas, por una universidad privada milanesa, la Luiggi Bocconi. Fue ahí donde conoció a Pierre, su príncipe, en 2008.
7. ¿Qué ocurrió en NY?
Mientras ella cursaba sus estudios de Periodismo en Nueva York en 2012, Pierre fue a visitarla. Una noche salieron a un club de moda y se metieron en medio de una guerra entre maniquíes de Victoria’s Secret y supermodelos rusas. Pierre acabó en el hospital con la mandíbula rota y Beatrice llorando desconsoladamente a su lado.
8. Azote de Berlusconi
Beatrice ha heredado el temperamento y la profesión de su madre, periodista cercana a partidos de izquierda. Se encontró con Berlusconi en una boda y le negó el saludo. De él ha dicho: “No ha respetado a una sola mujer en su vida, las ve como objetos. Jamás tuvo una relación sentimental que no estuviera basada en el dinero”.
9. Periodista intrépida
Vivió varios meses en Calabria, entre mujeres de la N’Dragheta, la mafia local, para dirigir un documental sobre ellas.
10. Una serie
Se traslada en moto y vive en un piso en Milán que paga con su sueldo de periodista. Admite que los vestidos de fiesta se los dejan las firmas o su abuela.
11. Diseñador de cabecera
Para la mayoría de los actos oficiales elige diseños de Armani y es probable que el modisto sea el encargado de diseñar su vestido de boda, como también hizo con Charlenne.
12. Anillo de compromiso
Está coronado con un diamante rosa, mucho más caro que uno blanco.