Victoria Abril (64 años) iba a estudiar secretaría cuando su profesora de ballet clásico la convenció para que se presentase al casting de la película ‘Obsesión’. Fue su primer coqueteo con el mundo del cine y el inicio de una exitosa trayectoria que aún hoy continúa. De hecho, celebra este año sus bodas de oro en la profesión y el reconocimiento del Premio Luis Buñuel del Festival Internacional de Cine de Huesca, que recogió este martes.
Puede que este galardón sea el más especial por la fecha, pero es uno más de los muchos que acumula en su palmarés. Aunque aseguró en ese mismo acto que "los cineastas a los 40 te abandonan como el desodorante", ella sigue dando mucha guerra. Este miércoles presenta en ‘El Hormiguero’ la obra de teatro 'Medusa', una tragicomedia que presentará en el incomparable Festival de Teatro Clásico de Mérida del 31 de julio al 11 de agosto.
En el plató de Pablo Motos, al que ha llevado orgullosa su reconocimiento, ha hablado de sus inicios y de su regreso a casa después de 45 años fuera. "A partir de 'Cambio de sexo' de Vicente Aranda, mi vida cambió. Fui actriz por no ser secretaría, pero a partir de ese momento...", ha reflexionado. También, ha traído un inesperado regalo al presentador: "Trenza Almudévar", ha dicho la actriz colocando una bandeja de dulces.
Ha sido justo después cuando han empezado a hablar de algunos hábitos de la actriz, especialmente en materia de memorizar guiones. Cuando empezó su carrera internacional, aprendió sus frases escuchando las frases. "Yo repetí la sonoridad. Cuando escuchas tienes la música, el acento...", ha dicho.
No obstante, si algo ha dejado sorprendido a Pablo Motos es su técnica para memorizar nadando. "Soy agua. Soy cangrejo. Necesito nadar. Sin prisas, pero sin pausa. Y respirar. Son 3 kilómetros y yo los hago en 45 minutos. Entonces, como me aburre un poco, siempre que voy al agua memorizo lo que sea. Voy pensando e incluso lo hago. Cuando sales a fuera pronuncias muy bieb, cada consonante", ha narrado.
Los inicios familiares de Victoria Abril
La veterana actriz de Benajarafe, Málaga, es una leyenda viva en el cine español, pero también lo es a nivel internacional. Sobre todo en Francia, país en el que lleva residiendo desde 1982. Se mudó por amor, pero se quedó por la pasión que siente por París, donde dice sentirse más a gusto. Su motor siempre ha sido ese, no el dinero o la fama. Eso le ha llevado a equivocarse "mil veces por amor". Lo reconocía en una entrevista con 'S Moda'.
Puede que en gran medida su relación con el género opuesto viniese marcada por la ausencia de su padre. Nunca le conoció. No supo de su existencia hasta que tuvo 15 años. Su madre, enfermera en un hospital de Madrid, le dijo que había muerto. "Tu padre vive. No quiso saber nada de tu madre ni de ti. Y se fugó...", relató a un medio francés hace ya algún tiempo.
La agitada vida amorosa de Victoria Abril
Se trasladó a París tras caer rendida a los encantos del productor de cine galés Gérard de Battista. Pero antes estuvo casada durante cinco años con el exfutbolista de la selección de Chile Gustavo Laube. Le conoció recién cumplida la mayoría de edad. Victoria Mérida Rojas, su nombre real, protagonizó ya por aquel entonces todas las portadas del corazón. Sus desavenencias con su madre por casarse tan joven, en julio de 1977 en un chalet de Puerta de Hierro, fueron aireadas por capítulos en todas las revistas.
Después de divorciarse del chileno, se enamoró perdidamente del cineasta galés. Le conoció durante el rodaje de ‘La Guerrillera’. Decidieron trasladarse a París para vivir una gran historia de amor que duró cerca de quince años. Nunca llegaron a pasar por el altar. Eso sí, a él le debe los grandes amores de su vida: sus dos hijos.
Victoria Abril durante la presentación de los Premios Feroz.G
El mayor, Martín, nacido en 1990, es un empresario de moda que fundó la marca Bodements, centrada en ropa sostenible y vintage. Félix, que llegó al mundo dos años después, optó por una carrera mucho más técnica. Estudió en la escuela de programación Le Wagon París.
"Ellos me hicieron sentir orgullosa de mí misma. Solía soñar todo el tiempo con ser otra persona. Desde el día que tuve a Martin y Félix, me olvidé de mí misma. Tener hijos te hace sentir mejor. Desaparecieron las inseguridades, todas esas cosillas que te cabrean en el día a día y que, al final, no son importantes. Te deshaces de lo superfluo cuando cuidas de alguien de por vida", decía Victoria Abril en la revista ‘Gala’ en 2007.
Siempre los protegió de los sinsabores de la fama (apenas hay imágenes de ellos) y los educó "para que no fueran unos cobardes": "Los crié como hombres para que se casen. Aprendieron a hacer la compra, cocinar, limpiar, para poder contribuir con las tareas del hogar. Para una mujer, es mucho más agradable vivir con un hombre así".
Las muchas polémicas de Victoria Abril
Todo el escrutinio público que no vivieron sus hijos, si lo tuvo ella. Para bien o para mal, siempre ha sido una actriz que ha interesado al público. En parte también porque no tiene pelos en la lengua a la hora de expresar sus opiniones (algunas de ellas controvertidas). Es la diva del cine negacionista del Covid. "La plandemia orquestada por las altas esferas que nos usan como a cobayas", llegó a decir durante la rueda de prensa de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España en 2021, además de poner en duda la efectividad de las vacunas.
Sonadas también fueron las declaraciones que hizo sobre Pedro Almodóvar. "A todos los directores les gustan las mujeres a una edad. A él le gustan a los 30. Y a la que cumples 40, se acabó", dijo durante su paso por ‘MasterChef’. Un año antes también dijo a Efe: "Vicente Aranda se ha muerto. Agustín Díaz Llanes ya no rueda y Pedro Almodóvar no se ha muerto, pero yo para él sí".