Solo llevan 24 horas en la casa de 'Secret Story' y ya ha habido nominaciones, los primeros roces y se ha cazado (también) la primera mentira. Anoche, Carlos Sobera presentó a los 16 rostros anónimos que van a protagonizar esta nueva versión del concurso, pero, poco a poco, dejarán de serlo. Entre ellos se encuentra Rafael Martínez Alarcón.
Procede de un pueblo de Cuenca y vive en Madrid. Tiene 28 años y, aunque ha estudiado Química, se había dedicado a todo menos a esa rama. "He trabajado de frutero, de creativo, luego falsifiqué el currículum y trabajé haciendo exportaciones de medicamentos. Luego vino el Covid, me despidieron y ahora trabajo de fontanero", compartió.
Lo que no contó es que es cómico y que ha colaborado en programas como 'Yu, no te pierdas nada'. La prueba la encontramos en una de sus cuentas de Instagram, en la que se pueden ver varios vídeos (sí, varios) de él junto a Dani Mateo, Carolina Iglesias y Natalia Ferviú, entre otros. En el año 2017 coincidió en el programa radiofónico con Alaska y Mario Vaquerizo. El cantante de Nancys Rubias, presente en el plató de 'Secret Story' como comentarista, aseguró que le recordaba y que le gustaba Rafa.
Esta falta de sinceridad ha provocado una intensa polémica; incluso 'El Gato encerrado', el blog de Telecinco dedicado a los 'realities' de la cadena, cargó contra Rafa por ocultar su pasado como cómico. "Lo malo no es que fuera egoísta ante su dilema, sino que nos haya tomado por tontos presentándose como fontanero y relatando su larga lista de profesiones. Eso sí, sin mencionar que es humorista y ha trabajado en un famoso programa de radio", escribe David Cano, responsable de la columna.
Su animadversión hacia Bertín Osborne
Rafa confesó en sus primeros minutos en 'Secret Story 2' que no soporta ni a Bertín Osborne ni 'El show de Bertín', programa conducido por el presentador en Canal Sur y Telemadrid. Así que la organización del reality le planteó un dilema: dormir escuchando rancheras del artista toda la noche o descansar tranquilamente a cambio de que despertaran a sus compañeros a cada hora. Eligió lo segundo. Carlos Sobera comunicó posteriormente que las decisiones que habían tenido que tomar eran tan solo pruebas para ver cómo reaccionaban. ¡Que suerte han tenido sus compañeros!