Tamara Falcó (41 años) ha regresado a la televisión después de un verano de en sueño. La marquesa de Griñón le dijo 'sí, quiero' a quien ya es su marido, Íñigo Onieva (34 años). El pasado 8 de julio reunió a centenares de familiares y amigos en El Rincón para poner así el broche de oro a una historia de amor que había atravesado unos meses de incertidumbre. La luna de miel también ha estado a la altura del enlace, lo que ha provocado que haya visto a sus compañeros de trabajo desde entonces. Este jueves 7 de septiembre, la chef se ha reencontrado con ellos en el plató de 'El Hormiguero'.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva protagonizaron la boda más esperada del año y también la más comentada. No solo por los momentos tan complicados que vivieron en los meses previos, cuando la marquesa de Griñón canceló el compromiso al descubrir que le había sido infiel. Una vez superado eso y retomados los planes de boda, la chef tenía la ardua tarea de buscar el vestido de sus sueños. Casi lo tuvo, pero Sophie et Voilà abandonaron el proyecto por la falta de entendimiento con la novia. A Tamara le tocó hacer un viaje express a Nueva York para visitar Carolina Herrera.
El equipo de la diseñadora le adaptó un vestido. "No era nada cómodo. De hecho, en cuanto comenzó el baile me lo tuvo que cambiar ipso facto", ha aclarado Tamara. Una vez el vestido llegó a Madrid, sus preocupaciones se centraban en que todo saliera perfecto. Cientos de invitados se acercaron hasta El Rincón. Entre ellos estaban sus compañeros de trabajo, aquellos con quien comparte tertulia en 'El Hormiguero'. Con ellos, se ha reunido hoy frente a millones de espectadores. Juntos han desvelado detalles que hasta ahora no se conocían y Tamara también ha tenido que soportar alguna que otra queja de sus invitados.
Tamara ha reaparecido en la tertulia que cada jueves hacen en 'El Hormiguero'. La marquesa de Griñón ha vuelto a acaparar las millones de miradas que cada noche ven el programa de Pablo Motos (58 años) y sus hormigas. Su boda ha ocupado buena parte de la sección. Como ya viene siendo habitual, ha comentado detalles que no conocíamos; en este caso, de su boda.
Ha comentado lo incómodo que le resultó el vestido de su boda, lo feliz que estaba de ver a sus series queridos juntos y lo bien que se lo pasó con sus invitados. Sin embargo, también ha escuchado lo que sus compañeros de tertulia opinan de su boda.
La boda de Tamara Falcó, el tema de la última tertulia
Llegó a plató regañándoles. "Os portastéis regular", le ha espectado Tamara Falcó al reencontrarse con Pablo Motos, Nuria Roca (51 años), Juan del Val (52 años) y Cristina Pardo (46 años). Pero ha sido ella quien ha recibido más comentarios de ellos. Hablaron de que la ceremonia empezó con retraso, aunque no saben exactamente el motivo. "Vosotros estábais esperando, pero yo también. ¡Que yo llegué a El Rincón a las cuatro de la tarde!", ha dicho sorprendida Tamara. La ceremonia se hizo larga, pero tuvo sus momentos. "Como cuando el cura se incendió", ha apuntado Pablo. "Eso pasó hacia el final. Lo apagó mi cuñada (Alejandra Onieva). Dice que fue una obra tan buena que no le pasó nada", ha dicho enseñando las manos.
También ha apuntado que hubo muchos discursos en la boda, demasiados. "Fueron unos 32 discursos, eh", ha señalado Juan del Val. "Es que los Falcó somos muy dados a los discursos", ha justificado Tamara entre risas. El problema no solo fue la cantidad. Para Pablo Motos lo llamativo y casi molesto fue el idioma. "Y también había discursos en inglés", ha apuntado el presentador. No han conseguido ponerse de acuerdo en si fueron varios o solo uno. Tamara insistía en que uno, Pablo, en que varios. "Es muy humillante cuando se ríe todo el mundo menos tú", ha confesado el presentador de 'El Hormiguero'.
Han asegurado que la comida "fue escueta". Se prepararon 20 tipos de aperitivos, una cantidad ajustada a la comida que se serviría después en la cena. Algunos invitados, como Nuria, cometieron el error de reservarse para la cena y se quedaron con algo de hambre. Otros, como Cristina Pardo, disfrutaron de todos y cada uno de los aperitivos.
Las críticas se sucedían hasta que la presentadora de laSexta dijo basta. "Estáis hablando de la boda como su fuera una tortura china", ha espetado Cristina. "Estamos hablando de la boda como si no estuviera Tamara delante", ha aclarado Pablo. Pese a estos comentarios, Tamara ha querido agradecer la asistencia de los invitados. "Estaba tan contenta, fue todo tan bonito... Es precioso ver a la gente que quieres, que se han tomado la molestia de ponerse guapos, pese a que la ceremonia fuera larga o la comida fuera escueta", ha dicho. "Fue una boda preciosa", ha incidido Juan. "Muy divertida", ha añadido Nuria. "Y tú estabas radiante", ha dejado claro Pablo.