Un soltero, a punto de huir e ‘First Dates’ tras el rocambolesco recibimiento de su cita: "Estoy flipando"

Juan y Alfonso han pasado una velada aburrida en 'First Dates' por la falta de complicidad y química, aunque conversación no les ha faltado

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

First Dates
Mediaset

No ha sido una noche más en ‘First Dates’. El dating show de Cuatro ha celebrado por todo lo alto (y por adelantado) los Carnavales. Con una cabecera para la ocasión en la que Matías Roure y Laura Boado se unen en matrimonio, el equipo ha optado por elegir la India como inspiración para la decoración del restaurante y de sus atuendos. También para los solteros, que han lucido sus mejores galas. Como Juan (59 años), un relaciones públicas de Cambrils, Tarragona, que, curiosamente, no tiene mucho espíritu carnavalero. "Es la época en la que toda la gente reprimida puede sacar la tontería que lleva dentro. Yo, como la saco durante todo el año, es lo que menos me apetece", ha comentado al llegar. 

"Intuyo por tus tatuajes en la cabeza que eres un hombre religioso", ha afirmado Carlos Sobera (64 años). "No, soy espiritual. Para mí la religión es el parvulario de la espiritualidad. Yo ya he pasado, estoy en otro nivel. He estado en la India, he estudiado religiones comparadas…", le ha contestado. Lo ha hecho mientras que le ha mostrado el peculiar objeto que ha elegido para llevar a su cita: "Un molinillo de cuentas tibetano en cuyo interior hay un pergamino con oraciones que se mandan al universo". 

Tiene muchas vivencias, casi tantas como las profesiones que ha ejercido a lo largo de estos últimos años: "He hecho un montón de cosas, he sido drag queen, he sido de la brigada paracaidista, me querían meter a cura, ahora soy relaciones públicas.... Siempre me ha gustado meterme y descubrir cosas nuevas. Me gusta vivir la vida y meter el morro en todos los sitios".

En el amor, en cambio, no ha tenido mucha fortuna. Ha besado a muchos sapos. De hecho, aún está en ello a la espera de encontrar a su príncipe azul. Un hombre por el que sienta atracción sexual y que sea buena persona. No pide mucho, la verdad, pero aún así después de esta noche tendrá que seguir buscando. Se ha quedado rezando en un reservado que han dispuesto mientras aguardaba a su cita: Alfonso (52 años), un dinamizador de eventos de Valls, Tarragona. 

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Su vida no ha sido nada fácil. "Empecé intentándome convencer de que mi abuela tenía razón de que eso de la homosexualidad se cura. Me casé con mi mejor amiga y tuve dos hijos con ella. Doce años estuvimos. Pero llegó un momento que me miré al espejo y no me reconocí. No sabía quién era. Alarmas y alertas… y cortamos por lo sano. A partir de ahí encontré el amor pero no ha funcionado", ha relatado.

Su encuentro con Juan ha sido de lo más rocambolesco. Le ha pillado rezando con su molinillo de cuentas tibetano. "Aquí estaba meditando un poco para atraer las energías positivas del universo", le ha espetado antes de presentarse. "Acabo de flipar", ha confesado Alfonso a las cámaras de ‘First Dates’ al verle en esa situación. Aún por encima, físicamente no le ha gustado: "Sé que es feo decir esto pero no me ponen nada los gordos, para gordo ya estoy yo. ¡Qué he hecho yo mal en otra vida! Lo he flipado". Ha estado a punto de salir despavorido.

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La cita no ha mejorado. Sobre todo cuando le ha visto los tatuajes que lleva Juan en la cabeza, donde se puede leer "aquí el esclavo de Dios, hágase tu voluntad". O el pentagrama que dice: "Soy un milagro". La química ha brillado por su ausencia. Ni siquiera se han querido dar un beso en el reservado. El ‘no’ estaba más que asegurado y así ha sido. Ambos no han querido volver a verse.