Un soltero comete un imperdonable error en 'First Dates' mientras le suplica una segunda cita a su cita

Joaquín ha tenido un flechazo al ver a Ángela en el restaurante de 'First Dates', pero parece que el sentimiento no ha sido mutuo

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

First Dates
Mediaset

Hay flechazos a primera vista y eso es lo que le ha pasado a Joaquín. Se ha quedado sin palabras al ver a Ángela y eso que es un lector apasionado de los clásicos como López de Vega o Calderón de la Barca. Ya en el inicio de la cita le ha pedido perdón a su cita. "Estoy muy nervioso", le ha reconocido. Puede que fruto de los nervios o no, ha protagonizado una de las confusiones más peculiares de 'First Dates'. Joaquín estaba suplicándole una segunda cita cuando se ha equivocado de nombre

Ángela, desde el primer momento, ha dejado claro que lo único que tiene de moderna es su cabello. Lo llevaba corto y teñido de pelirrojo, aunque en la parte baja debaja ver sus canas naturales. Ha pedido un tequila, lo que le ha servido como pretexto para contar que es nacida en México, criada en España y casada con un mexicano. Lleva siete años sola. No consigue dejar de comparar a cualquier pretendiente con el que fuera su marido y eso que busca una persona con la que compartir su vida. 

Joaquín se ha llevado una grata sorpresa con Ángela

Joaquín no ha sido lo que ella esperaba, pero él sí que se ha quedado prendada de ella. "No me esperaba una mujer así", ha reconocido a las cámaras de 'First Dates', incluso ha confesado que él no necesitaba una cita para saber que quería volver a verla. "Su cara, sus ojos, su cuerpo... Me ha gustado todo. Que me la envuelvan para Reyes que me la llevo". Ángela, por su parte, le ha dejado claro que ella no veía nada más allá de una amistad. 

Han tomado el postre en uno de los reservados de 'First Dates'. Joaquín ha aprovechado la ocasión para acercarse un poco más a Ángela, aunque no se ha atrevido tanto como hubiera querido. "Le he dado un beso en la frente porque no me he atrevido por si que pasaba como Bisbal y Chenoa", ha reconocido. "Tenía miedo a que me hiciera una cobra". Hubiera sido así. 

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Llegaba el momento de la decisión final. Al sentarse, Joaquín ya ha comentido el primer error. "Hola, Ángeles", le ha dicho. Ella ha respondido sorprendida: "¿Ángeles?". "Angelines", ha intentado corregir, pero tampoco era correcto. "Ángela no es Angelines", le ha espetado ella, que rápidamente decía 'no' a una segunda cita. "Contenta de conocerte, pero a mí no me palpita el corazón como te puede palpitar a ti. Como amistad eres encantador, buena persona. Te va a ir muy bien en la vida", le ha dicho.

Él, no contento con su respuesta, se ha puesto de rodillas y le ha suplicado: "Ángeles, por favor". Su cita solo podía reírse ante su confusión. "Soy un buen partido y yo te quiero mucho. Tengo una casa. Si quieres te doy este anillo", le ha dicho entre risas. "Madre mía, jamás voy a recibir una propuesta de este tipo", ha respondido ella, consciente de la situación. Pese a la negativa de Ángela, Joaquín ha querido saber si existía la posibilidad de que ella cambiase de opinión en un futuro próximo. La respuesta era clara: no.