Rosario Flores visita 'El Hormiguero': de su discreto matrimonio con Pedro Lazaga a su decisión más difícil

La fama le llegó antes de nacer. Perseguida de sol y a sol por los paparazzis, a la hija menor de Antonio González, ‘El Pescaílla’, y de la mítica artista Lola Flores le corre el artisteo por sus venas. Pertenece a uno de las familias de mayor abolengo de este país. Desde muy pequeña siempre supo que su vida estaba destinada a los escenarios. Sin embargo, Rosario del Carmen González Flores (61 años), o simplemente Rosario, ha preferido optado por la discreción. Quería buscarse su hueco sin hacer uso de sus apellidos.

Cuando tuvo la edad suficiente se mudó a Londres. Empezó a trabajar como modelo con mucho éxito, pero desistió por la música. "Soy Rosario Flores y a mucha honra. Yo no podría haber sido artista de no tener la sangre que tengo. Es un orgullo y llevo el Flores con la cabeza bien alta, pero no me ata. Cuando empecé, ser tan popular te exigía muchísimo y no te podías equivocar, ser una Flores era una presión inaguantable para cualquier artista joven y decidí que, para bien o para mal, iba a ser yo a mi manera", dijo recientemente en una entrevista en El Mundo.

Reconocida con una Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en el año 2020, doce discos platino y tres discos de oro, dos Latín Grammy a Mejor Álbum Pop Vocal Femenino por ‘Muchas Flores’ y ‘De mil colores’ y Premio a la excelencia musical en 2022, hoy es una artista de los pies a la cabeza. Este martes presenta su nuevo disco, 'Universo de Ley', en homenaje a esas tres décadas de trayectoria musical.

Lo suyo le ha costado. Tardó diez años en prepararse para subirse a un escenario. "Una vez que di con mi esencia y pude canalizar esa energía en forma de canciones junto a mi hermano, eché mi alma y mi autenticidad y ha sido un viaje maravilloso”, contaba en una rueda de prensa.

Debutó en 1984 con ‘Vuela de noche’ pero fue en 1992 con el álbum ‘De ley’ cuando realmente se hizo un nombre. Mucho antes de aquel paso, cuando aún era una niña, formó parte del elenco de la película de Antonio González Rico ‘Al fin solo’. Años después regresó a la gran pantalla con ‘Colegas’, junto a su hermano Antonio y Enrique San Francisco. En 2001, se puso bajo las órdenes de Pedro Almodóvar para interpretar a una torera en ‘Hable con ella’.

La tragedia que marcó la vida de Rosario Flores

La madrileña ha despuntado en la industria por ese arte que corre por sus venas pero también por esa simpatía que tanto la caracteriza y que solo perdió con la gran tragedia que marcó su vida. En mayo de 1995, su hermano Antonio perdía la vida como consecuencia de una sobredosis de barbitúricos, alcohol y medicamentos. Fue justo 15 días después de la muerte de su madre.

"Estaba destrozada. Yo quería matarme sin mi hermano. Él era más de arriba que de abajo. Fue un accidente. Se fue de la noche a la mañana", dijo la artista. Le salvó que a los ocho meses se quedó embarazada. Aun así, no hay día que no lo recuerde. Se lo debe todo.

"Crear el estilo Rosario es el mayor don que me ha dado la vida y no hubiera sido posible sin Antonio. En cuanto a su leyenda y lo que supone en este país, mi hermano sigue vivo. Le hicimos un homenaje hace un año y se llenó Vistalegre. Me emocioné de ver hasta dónde pueden llegar las canciones porque la verdad de la música nunca muere. Tú te pones mañana una canción de un artista maravilloso como Antonio y te sigue gustando igual porque la música verdadera es infinita y para siempre. Como él", reconocía en la citada entrevista.

Su discreto matrimonio con Pedro Lazaga

Esa misma independencia y discreción con la que ha llevado su vida profesional, también la ha trasladado a lo personal. Nunca ha sido una mujer de airear sus intimidades o sus relaciones. Como dice ella, intenta abstraerse: "Tengo una gran capacidad de abstracción y me olvido de que soy famosa. Tengo esa virtud. La gente me mira y me juzga, pero yo soy libre, mis padres me hicieron libre, me dijeron que lo más importante era el arte, no el ser conocida ni nada de eso. Por supuesto que ser observada desde pequeña y ser tan popular te hace fabricarte un escudo para protegerte, pero tú me dices ahora de ir al bar de al lado a tomarme un pincho de tortilla y voy como Rosario del Carmen".

Se casó con el bailarín argentino Carlos Orellana en los años 90, con el que tuvo a su primera hija, Lola. Sin embargo, aquel primer amor fracasó. Encontró la felicidad de nuevo junto a Pedro Lazaga. Curiosamente tuvo mucho que ver en su unión Pedro Almodóvar.  Ambos formaron parte del elenco de su película ‘Hable con ella’.

Mantuvieron su relación alejada del foco público y pasaron por el altar en una ceremonia privada en Caños de Meca. "Es muy discreto. Él tiene su vida, su cine. Está considerado como uno de los mejores del cine español", confesó Rosario Flores, muy orgullosa de él, para la revista ‘Lecturas’.

Fruto de su amor llegó al mundo el segundo de los hijos de Rosario, Pedro Antonio, quien curiosamente nació el mismo día que la gran Lola Flores. "Estoy muy feliz, tengo un príncipe. Está muy contento, pero no le gustan estas cosas. Es buenísimo, ha estado conmigo sin dejarme", aseguraba la cantante a las puertas del hospital.

La difícil decisión de Rosario que afecta a sus hijos

Los orgullos de sus vidas han crecido en el anonimato, como a ella le hubiese gustado. "Darles la libertad y que ellos elijan lo que quieren ser, si quieren ser conocidos o no. Son los dos muy sentidos, muy de alma, pero quiero que sean libres y si deciden que la gente los conozca, pues adelante, pero mi gran orgullo como madre es que ellos van por la calle y nadie los conoce", confesaba en 'El Show de Bertín' el año pasado.

Lola Orellana se dedica al mundo de la producción, además de a la escritura y a la pintura. En cambio, el benjamín ha decidido seguir sus pasos y es ya toda una promesa de la música española gracias a su arte como percusionista. Toca el cajón flamenco como nadie. En temas del corazón tiene la misma suerte. Es feliz al lado de Lucía Cepeda, la hija de la artista gitana Alba Molina.