La respuesta de Leo Harlem a la pregunta de Pablo Motos en ‘El Hormiguero’: “Me tengo que morder la lengua”

Pablo Motos le ha hecho una curiosa pregunta a Leo Harlem en su visita a ‘El hormiguero’ y la respuesta del invitado no ha dejado lugar a dudas

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Pablo Motos y Leo Harlem
Atresmedia

Rafa Nadal ha sido el encargado de inaugurar la nueva temporada de ‘El Hormiguero’. El mejor tenista de todos los tiempos contó, entre otras cosas, todas las anécdotas de la Villa Olímpica y cómo fue tener el honor de portar la antorcha; incluso confesó uno de los secretos mejor guardados de su carrera deportiva. Esta noche le toca el turno a Leo Harlem (61 años). El humorista es un claro ejemplo de cómo el éxito puede llegar tarde y cuando menos lo esperas. Pese a ser uno de los grandes de su profesión, alcanzó la fama pasados los cuarenta años. Fue gracias a unos amigos que le grabaron en una modesta actuación en un bar y enviaron el vídeo a ‘El Club de la Comedia’. El resto es historia. 

Leonardo González Feliz, más conocido como Leo Harlem, nació en León, pero se crió en Valladolid. Comenzó trabajando de panadero mientras estudiaba Arquitectura. Sin embargo, cambió de opinión. Dejó los planos por las leyes y comenzó a estudiar Derecho. Quería convertirse en abogado, pero la vida parecía tener otros planes. Esta profesión tampoco terminaba de hacerle feliz así que dejó sus estudios y comenzó a trabajar a tiempo completo como camarero en un bar de la capital vallisoletana, 'El Harlem'. ¡Qué curioso nombre! El local acabaría siendo una inspiración para el nombre artístico con el que todos le conocen hoy.

Durante gran parte de la entrevista el humor ha estado garantizado. Tanto ha sido así que el presentador Pablo Motos ha querido saber la opinión que tenía su invitado sobre el famoso ‘brunch’ que tan de moda está en la actualidad. “Me tengo que morder la lengua”, decía con total contundencia. En ese momento el presentador valenciano comenzaba a reírse sin parar, provocando que el humorista no pudiera explicar los detalles por los que no le gusta este almuerzo moderno.

“El brunch es un almuerzo. Se pone de moda y hay que ir allí. Un montón de gente haciéndose fotos con un tomatito, una frutita...pero no hay plátanos, son frutas raras. Las zanahorias para rayarlas”, exponía con su habitual toque de humor. Por ello, él ha ofrecido la solución a ello, un clásico de toda la vida. “Si te entra hambre a media mañana un bocata de toda la vida”, añadía. “Se lo curran mucho pero yo no me encuentro cómodo”, sentenciaba Leo.

El bar que cambió la vida de Leo Harlem 

Este bar le dio su apellido; otro, ‘La Salamandra’, le ofreció la gran oportunidad de su vida. Fue entre las paredes de este local donde se empapó de humor. Siempre fue un hombre con mucha gracia y salero. Hacía reír a los suyos, pero no fue hasta llegar aquí cuando se atrevió a subir al escenario para dar a conocer su faceta a desconocidos. "El detonante fue un amigo, Mariano, que tenía un bar llamado ‘La Salamandra’ y había actuaciones todas las semanas. Iban muchos cómicos y él me decía: ‘Tienes que actuar, que yo me río mucho contigo’. Ya no me podía echar atrás", explicaba hace unos años en una rueda de prensa.

Visto el éxito que estaba teniendo, varios de sus allegados decidieron grabarle en el año 2001 y probar suerte enviando el vídeo a ‘El Club de la Comedia’. Desde entonces, no ha dejado de trabajar en lo que más le gusta: la comedia. "Vivo un poco mejor porque gano más dinero como actor y humorista que como camarero", reconocía Harlem. Además de ganar la final del Tercer Certamen de Monólogos en 2002, el cómico empezó a hacerse un hueco con sus chistes en YouTube haciendo un personaje llamado El Bocas de Zaragoza. Esto, además, lo compaginaba como comentarista de radio.

Poco a poco se fue haciendo un nombre hasta conseguir llegar a ‘La hora de José Mota’ (La 1) y ‘El club del chiste’ (Antena 3), entre los muchos otros formatos en los que ha participado en sus más de dos décadas de carrera. A partir de 2011, Leo Harlem inició su gira con el espectáculo Leo Harlem y Amigos, donde ha compartido escenario con los mejores humoristas españoles y ha recorrido los teatros más importantes. 

La discreta vida personal de Leo Harlem junto a Nuria

A pesar de haberse convertido en uno de los personajes más reconocidos del país, la vida privada de Leo Harlem es todo un misterio. Ha tratado de dejar esa parte al margen. Es inusual que comparta algo que se salga de los profesional en sus redes sociales. "No hablo de política ni de religión ni de mujeres ni de sexo. Yo podría ser más gracioso hablando de esos temas, pero crearía tensión y lo que pretendo haciendo humor es que la gente se ría. Prefiero reírme de las bobadas que se ponen de moda, de lo que hacemos todos y por eso llego a más gente", dijo en una entrevista con ‘Diez Minutos’. 

De lo poco que se sabe es que comparte su vida en Valladolid con su pareja, Nuria, desde hace tres décadas. Es su gran apoyo desde que la conoció en la universidad cuando estudiaba Arquitectura, pero se desconoce quién es o a qué se dedica. Como dijo en una entrevista en el programa ‘Joaquín, El novato’, es muy discreto: "Soy muy reservado, no voy casi a photocalls ni a eventos. Yo tengo mi vida, mi pareja… A mí me gusta la vida sencilla. Hay gente que ha hecho negocio con su vida, y a mí eso no me aporta".

Llevan "más años que la orilla del río", pero nunca han decidido pasar por el altar. "No estamos casados, aunque llevamos tantos años que es como una pareja de hecho", aseguraba. Se compaginan a la perfección pese a que Leo Harlem no para de viajar por trabajo mientras que ella le espera en Valladolid. Tampoco quisieron tener hijos. Aunque al humoristas le encanta, como así ha dejado ver en muchos de sus proyectos. En la vida real no quiso convertirse en padre por la "responsabilidad" que eso implica y las complicaciones de su trabajo.