Si hablamos de Rafael Francisco Payá Pinilla (79 años) puede haya quien no sepa quién es. Eso no ocurre si decimos Rappel. El astrólogo más famoso de la televisión (con permido de Esperanza Gracia) forma parte de la historia de la televisión por sus rituales para empezar el año o sus salidas de tono en el mundo de la farándula.
A punto de convertirse en octogenario celebra la entrada a una nueva década con un libro de memorias, ‘El futuro ya es ayer’, Cuenta esa extraordinaria trayectoria vital que le ha llevado a conocer y trabajar con rostros como Cristóbal Balenciaga, Coco Chanel, Liz Taylor, Lola Flores o Rocío Jurado. De todo ello habla este jueves con Pablo Motos y sus hormigas en ‘El Hormiguero’.
Son muchas las anécdotas y secretos que guarda. Antes de convertirse en el vidente de las estrellas, Rappel fue modisto y se sacó el título de profesor de francés en la prestigiosa Universidad de la Sorbona de Francia. Siguió los pasos de su padre y abuelo, que tenían un exclusivo negocio de telas exquisitas que llegó a contar con la financiación de Cristóbal Balenciaga.
Pueden presumir de haber vestido a las mujeres de la alta sociedad y conocer el oficio como nadie. Con 26 años se aventuró a montar su propia casa de alta costura. El éxito no tardó en llegarle con clientas de la talla de doña María de las Mercedes, condesa de Barcelona, y Carmen Polo. También pasaron por allí la emperatriz Soraya y una jovencita Carmen Cervera. "Fui modisto de alta costura durante 22 años, revolucionando la moda con los desfiles bailando al son de la música", cuenta en otra de sus biografías.
La fama le llegó primero a través de la industria de la moda, pero el destino también quiso que fuera vidente. "Aprendí a tirar las cartas con trece años con una gitana que se ponía a la puerta del colegio", revelaba a la revista Lecturas en una entrevista. Esto nunca le gustó a su madre: "Nunca estuvo de acuerdo con mi profesión, lo veía como una vergüenza. Ser vidente estaba muy mal visto, pero gracias a ello pagué el colegio de mis hijos".
Sus primeras clientas fueron precisamente las que vestía en su tienda y, poco a poco, su fama subió como la espuma. Llegó a conocer los secretos de Franco, Severo Ochoa o Christina Onassis, entre otros. Se codeó con todo tipo de famosos como uno más. Prueba de ello es que estuvo presente en el ‘sí, quiero’ de Lolita Flores y que llegó a ser el director de Relaciones Públicas del Florida Park de Madrid. También fue un personaje recurrente en la pequeña pantalla.
La tragedia que marcó la vida de Rappel
Rappel vive en Madrid al lado de su gran amor, su marido, José María. "Mi marido y yo llevamos juntos treinta y nueve años. Ha sido mi secretario, mi administrador y mi persona de confianza", decía en la entrevista. Llevan una vida discreta porque, aunque es un personaje público al que le gusta la farándula, con lo suyo es bastante cuidadoso. Cuando le conoció, el vidente de la pequeña pantalla estaba aún casado con su mujer, Luisa Chaverri, con la que tuvo a sus cuatro hijos.
"Me considero bisexual, pero nunca había pasado del coqueteo, nunca había estado con un hombre. Hasta que vino un chico joven guapísimo a mi consulta, a que le echara las cartas y, al final, empezamos una historia que acabó con los dos viviendo juntos en mi apartamento de Madrid. De eso va a hacer 39 años", contaba.
Ninguno de ellos entendió que se hubiese enamorado de buenas a primeras y mucho menos de un hombre. Aun así, hoy mantiene una buena relación con sus hijos y ejerce de orgulloso abuelo con Martín. Al que echa en falta es a su hijo Humberto, quien desgraciadamente falleció de un derrame cerebral a los once meses de vida. "Lo que marcó mi vida para dedicarme a esto fue la muerte de mi segundo hijo, la visualicé un año antes de que ocurriera", contó durante su participación en 'GH VIP 4'.
A su mujer le costó más aceptar la situación de que su marido se fuese con otro hombre. Sin embargo, la relación actual es buena e, incluso, vive a coste cero en una de las casas propiedad del que fuese su exmarido. "Las últimas Navidades le regalé otro abrigo de piel, aunque ella me dijo que ya tiene muchos, porque sé que le gustan", contaba Rappel.