Sandra Barneda encendió anoche la llama que las parejas intentarán mantener viva en esta cuarta edición de 'La isla de las tentaciones'. Pensábamos que serían solo cuatro las que esta vez se embarcaran en la aventura, hasta que llegó el momento de conocer a los solteros. Los cuatro chicos y las cuatro chicas se posicionaron frente a una gran pasarela por la que desfilarían los que pretenden ser sus tentaciones. En lugar de veinte, aparecieron solo dos.
La tensión se palpaba. A Sandra le sonaba ella demasiado. "Esa chica se ha liado con mi novio", dijo refiriéndose a Darío. Rosario, así se llama, intentó defenderse sacando aún más las uñas. "Hace un tiempo Darío y yo tuvimos una historia. Si no te lo ha contado tu novio es problema tuyo y suyo, no mío", espetó Rosario. "Sandra, es el pasado", se justificó Darío. Pero la situación se calmó cuando ella misma reconoció que ya no tiene interés por Darío. Quien le interesa es su novio, Álvaro, con quien ha acudido a 'La isla de las tentaciones' para demostrar que las infidelidades quedaron atrás.
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Álvaro, de 22 años, y Rosario, de 21, viajan desde Elche y llevan cuatro años de relación. "Nos conocimos gracias a un amigo en común que nos presentó", relató ella a cámara. Enseguida comenzaron una "relación superintensa y superbonita". Hasta que se cruzaron las infidelidades.
"En los primeros meses de relación con Rosario hablé a otra chica por Instagram y Rosario se enteró", confesó Álvaro. Aparentemente había dejado de lado este suceso, pero el carácter de Rosario le impidió perdonarle. Quería que él sintiera lo mismo que ella. "Me enteré de que se había liado con un chico de fiesta. Me la devolvió", añadió él.
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Desde ese instante, las infidelidades se sucedieron. Hasta que decidieron poner fin a su relación. Después de un año de descanso llegó un acercamiento a través de las redes sociales. "Puse un estado de WhatsApp con una foto de París y el texto: 'solo yo te puedo entender'", recordó Álvaro. Rosario puso un estado muy parecido, pero en lugar de una imagen de la capital francesa puso una foto de Teruel. "París es la ciudad del amor y Teruel, pues los amantes de Teruel", dijo entre risas Rosario.
Cuando retomaron su relación, su entorno les apoyó. "A mi suegra le costó muchísimo aceptarme en su casa y que volviese a quedar con su hija", apunta Álvaro. Ahora, viajan hasta 'La isla de las tentaciones' para demostrarse a ellos mismos (y a su entorno) que realmente vamos en serio, "que yo pueda confiar en él y dejar todo el pasado atrás".