Qué ha sido de la tentadora más polémica de 'La isla de las tentaciones' (y que ahora está desaparecida)

La última edición de 'La isla de las tentaciones' ha dejado momentos que recordaremos durante mucho tiempo. Si hubiese un ganador de este reality sería, sin duda, Montoya. El sevillano protagonizó todo tipo de memes en los primeros programas con sus reacciones desmedidas y sus cánticos ("salta la gamba, ay que salta la gamba"). Su huida a Villa Playa se convirtió en un fenómeno viral mundial. Todo tipo de corporaciones utilizaron el "Montoya, por favor" que le gritó Sandra Barneda. Incluso la mismísima Whoopi Goldberg se hizo eco del suceso en su matinal en la televisión estadounidense: "Los dos minutos de telerrealidad más fascinante de la historia".

Aunque se haya comentado mucho su paso, no ha sido el único que ha estado en 'La isla de las tentaciones'. Durante su estancia en Villa Montaña compartió protagonismo con la tentadora más polémica de la edición (y no, esa no es Mayeli). 

Érika Portillo (23 años) empezó su paso por República Dominicana intentando conquistar a Eros, pero no fue al único. La estudiante de estética y gogó de profesión se escudó en que vio varios comportamientos que no le terminaron de gustar y eso hizo que su conexión se esfumase. Lo cierto es que esta falta de interés coincidió con la llegada de Álvaro. 

Llegó para ocupar el hueco de Gerard y lo hizo con una presentación que será difícil de olvidar: "Hola. Soy Álvaro y soy infiel por naturaleza". Pese a eso, aseguraba estar enamorado de su novia, Alba, y que estaba vez no iba a cometer los mismos errores que en el pasado. Fue cambiando de idea con el paso de los días. Su conexión con Érika era evidente. La incomodidad de Eros también.

La sevillana protagonizó varios encontronazos con el que era entonces el novio de Bayan, también hizo que Álvaro cayese con ella en la tentación. Parecía que podía tener cuentas pendientes con ambos, aunque los motivos fuesen diferentes. Incluso Álvaro se marchó solo de 'La isla de las tentaciones' después de que Alba se vengase con Borja. Esto daba vía libre a la tentadora. Sin embargo, ni siquiera formó parte del especial 'Tres meses después'.

Érika fue la gran ausente del reencuentro. ¿El motivo? Se conoció días después. Se encontraba entre bambalinas, en las instalaciones de Telecinco, pero por culpa de una persona no pudo salir a escena. Mayeli fue la que le robó el protagonismo tras reconocerse públicamente que mantenía una relación con Álvaro en el momento en el que se grabó el especial. Tampoco pudo ocupar minutos de cámara en el reencuentro de Eros y Bayan y eso que fue sido clave en su paso por ‘La isla de las tentaciones’. En esta ocasión, la culpa la tuvo las cuentas pendientes que Bayan tenía con Torres.

Donde sí apareció fue en el primer 'Debate de las tentaciones'. Lo hizo para contar que ha tenido algo con Gerard. "Otra que se quiere subir al carro", comentaba él al enterarse de que la andaluza estaba entre el público dispuesta a airear su acercamiento. "Después de la grabación del reencuentro me fui a una discoteca donde estaban Eros y el resto de chicos. Como yo llegué un poco tarde y teníamos ganas de salir un poco más, nos fuimos a mi habitación del hotel todos. Eros llamó a Gerard y a sus amigos", contaba tras ser preguntada por Sandra Barenda.

"Pasaron una serie de cosas en mi baño, conmigo no, y yo quería entrar al baño. Una vez mi baño se quedó vacío intenté ir. Fui al baño y me paró Gerard, que me dijo: '¿Quieres entrar conmigo ahora?'", continuaba con su relato, pero fue interrumpida por Gerard: "Eso es mentira". Según el exnovio de Alba fue la tentadora quien trató de acercarse a él y le invitó a pasar un fin de semana en Granada. También la acusó de querer "subirse al barco". 

El cambio radical de Érika tras su paso por 'La isla'

Hace tan solo unas semanas, la andaluza celebraba su cumpleaños con sus amigos y mimándose un poco. Desde que salió de ‘La isla de las tentaciones’, ha sufrido una total transformación. Acostumbrados a verla con el color de pelo rubio teñido, ahora se ha pasado al moreno. En estos meses posteriores, también ha pasado por una clínica estética que le ha hecho algún que otro retoque. Quería proyectar el mentón para marcar más el ángulo de la mandíbula y por ello le inyectaron ácido hialurónico. Además, se ha sometido a un aumento de sus labios. 

Érika también ha aprovechado para pegarse alguna que otra fiestecilla y viajar por España. Ha estado en Cádiz, Málaga y en la nieve esquiando. Lo que no parece querer desvelar es si tiene el corazón ocupado.