La pregunta de Carlos Sobera que casi hace que una soltera huya de 'First Dates'

David ha llegado a 'First Dates' con la esperanza de cambiar su suerte en el amor. Lo hizo con una boina verde en la mano. "¿Militar?", le ha preguntado Carlos Sobera al entrar. La respuesta era un 'sí'. Hizo el servicio militar y le supo a poco. Opositó para militar de tropa profesional, pero se dio cuenta de que no era lo suyo. Ahora acude al dating show para ver si puede encontrar a alguien con quien compartir su día a día. "Espero que no sea de izquierdas", ha dicho mientras dejaba la boina verde en la mesa. Se ha topado con Esther, quien casi sale huyendo de la cita.

La gestora judicial está separada y tiene dos hijos. Tiene claro que no quiere narcisistas ni egocéntricos en su vida. Eso y que Cupido estaba borracho cuando eligió a sus últimas parejas. Al ver el objeto que David le había dejado en la barra se ha puesto nerviosa. "El tercero tenía esta", ha dicho temblorosa. "¿Y si es el mismo?", le ha preguntado Carlos Sobera. Tajante, Esther le ha contestado: "Salgo corriendo. Llego a Calafell (Tarragona) antes que nadie". 

Al verla afectada, el presentador de 'First Dates' le ha preguntado si quiere conocer o no a su cita. "Si no es el mismo, sí", ha afirmado entre risas. Finalmente, Carlos Sobera le ha acompañado a la mesa donde le esperaba su cita. "Te traigo a toda una experta en boinas verdes", le ha dicho. "Es que tuvo una relación con uno y estaba preocupada pensando que eras el mismo boina verde, pero vemos que no".

Han compartido algunas de sus experiencias amorosas y también las laborales. Esther le ha contado que trabaja en un despacho de abogados entre semana y en un asador de pollos los fines de semana. David, al escuchar esto, no ha podido evitar preguntarle: "¿Eres adicta al trabajo?". "No, pero tengo que mantener una casa sola", le ha contestado. A David le ha gustado que sea independiente. "Me gusta que sea trabajadora. Llevo una rachita de 3 o 4 que pretendían que yo fuera el pagafantas". 

El humor negro es un punto positivo y común. Poquito a poco se han ido conociendo más, pero se han reído más aún. Han encontrado su sentido de humor común. Incluso en la pregunta final se atrevieron a bromear. "¿Yo? ¿Una segunda cita? ¿Con Esther?", ha dicho David, intentando intimidar a su cita. Ella solo ha podido reírse al ver que era una broma. Le ha contestado con una negativa y otra broma. Finalmente, ha repetido su respuesta. Esta vez contestando con sinceridad: "Creo que nos podemos reír un rato".