Hay citas que son como un espejo porque las dos personas se ven reflejados en los sentimientos del otro. La vida y los sueños de Carlos (25 años), un empresario de Badajoz, han corrido en paralelo con los de Valentina (25), una camarera de Madrid nacida en Venezuela que pronto empezará a estudiar Diseño en la capital.
El soltero ha llegado a ‘First Dates’ en busca de una mujer con la que crecer. "Quiero a una persona que esté a mi lado, con la que compartir experiencias y viajar juntos. Me gustan las chicas que son delgaditas, guapas y con el pelo largo. Y si viste como yo, de negro y estilo gótico, mejor", le ha pedido a Carlos Sobera (64 años), deseando encontrar a ese alguien que además tiene que no querer tener hijos porque no pretende ser padre.
Con Valentina han acertado. Se podría decir que ha sido amor a primera vista. "En cuanto he visto a Carlos por la puerta, he notado que es de los míos y se ve que vamos a compaginar muy bien", ha dicho ella a las cámaras de ‘First Dates’. En lo primero en lo que él se ha fijado ha sido en su voz: "Cuando la escuché hablar, me derretí. No puede ser que tenga un acento tan bonito y tan lleno de arte. Me ha encantado".
La cita ha salido a pedir de boca. Aunque les separan unos cuantos kilómetros, ambos han visto en el otro a la persona con la que seguir creciendo laboral y sentimentalmente. Son amantes de los animales y le gustan los mismos géneros musicales. Incluso se ha dado la casualidad de que Måneskin es su grupo preferido. Sin embargo, lo que más les ha llamado la atención es que desean irse a vivir en unos años a la misma ciudad italiana: Milán. "Una persona que quiera ir al mismo sitio donde tú quieres ir, es algo que pasa una vez entre un millón", ha admito Valentina al dating show.
Como la camarera, Carlos busca una relación estable para dejar atrás las malas experiencias del pasado. Su historial amoroso ha dejado perpleja a Valentina, que no ha dado crédito con algunas de las mujeres con las que se ha cruzado. "Tuve relaciones cortitas. La primera más formal duró unos meses con una chica de Torrejón de Ardoz que me dejó por pobre. Fue una época en la que yo no trabajaba, no tenía dinero… y simplemente vio que estaba pelado y se fue", le ha contado.
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"El dinero que pueda tener una persona no considero que sea una característica que pueda determinar si me gusta o no, pero lo que sí son las ganas de querer salir adelante, de tener una buena posición económica porque del amor nadie vive. El dinero no es lo más importante pero es un factor influyente", ha reconocido Valentina. El relato de Carlos ha continuado: "La segunda chica con la que estuve, rompimos porque teníamos metas diferentes y la tercera era una chica que se aburrió de mí. Me decía que yo era muy tranquilo y que le transmitía mucha paz, pero que ella quería emociones fuertes. 'Quiero sentir que voy por la calle y me van a apuñalar’, me llegó a admitir. Me dijo que quería ir a Colombia para sentir el miedo y pasear por las calles".
La cara de Valentina ha sido digna de ver. No sabía cómo reaccionar ante esto: "No me creo lo que me estás diciendo. ¿Te lo dijo así? No entiendo cómo alguien puede dejar a alguien porque le transmita paz. Me parece una locura pero para gustos colores". En su mente, ha pensado que mucho mejor que le ocurriera esto porque la verdad es que le encanta Carlos. Lo único que le ha sentado mal es que no le haya invitado a cenar y, en su lugar, le haya propuesto pagar a medias. Se lo ha dicho en la decisión final. Aún así, Carlos y Valentina se han ido de la mano de ‘First Dates’ con la promesa de construir un futuro juntos.