María del Monte (62 años) recordará para siempre el 24 de agosto de 2023. Fue el día en el que cinco encapuchados asaltaron su domicilio de la localidad sevillana de Ginés cuando dormía plácidamente junto a su mujer, Inmaculada Casal. Los asaltantes escalaron la valla perimetral de la vivienda, forzaron la puerta y se dirigieron al dormitorio de la pareja. Como se desveló después, tanto la cantante como la periodista fueron amordazadas, maniatadas, insultadas e incluso amenazadas de muerte con el fin de conseguir el botín. Finalmente se llevaron 14.500 euros en efectivo, once joyas entre pendientes, anillos y gargantillas de oro y brillantes, 14 relojes de firmas de lujo, plumas, mecheros de firmas, carteras y joyeros.
Aunque lo peor aún estaba por llegar. Seis meses después del asalto que les cambió la vida, cayó la banda organizada que perpetró el robo. Entre los detenidos, se encontraba el propio sobrino de María del Monte. Antonio Tejado fue acusado de ser el autor intelectual. Un revés que no esperaban y que les ha ocasionado grandes secuelas.
Ha pasado más de un año de aquello, pero aún lo recuerdan como si hubiese sido ayer. Ambas sufren "lesiones psicológicas por las que al día de hoy se encuentran en tratamiento". El escrito presentado por su abogado asegura que "sufren un grave daño psicológico y las dos han sido diagnosticadas con un trastorno adaptativo por estrés ocasionado por la vivencia psicotraumática sufrida como consecuencia del robo".
A la espera de que se celebre el juicio y pese a las secuelas que sufren, el matrimonio ha decidido seguir para adelante e intentar dejar atrás ese terrible suceso que las castiga a diario, teniendo en cuenta la posible implicación de Antonio Tejado, al que la cantante consideraba su hijo. María del Monte ha hecho de tripas corazón para volcarse en el trabajo. Hace tan solo unos meses decidió aceptar la propuesta de Sonsoles Ónega de entrar a formar parte del selecto grupo de colaboradores de su programa ‘Y ahora Sonsoles’. Colabora junto a otros rostros como María José Suárez y Ana Obregón, entre otros.
La relación de la cantante con la presentadora parece idílica. Como confesó la propia María del Monte, se siente como en casa. "Allí me siento muy bien. Es un trabajo que me enamora y me encuentro muy arropada por mis compañeros, me dan mucho cariño", dijo en una entrevista reciente en la revista Pronto. Ha retomado también su carrera musical.
María del Monte lleva la copla al prime time
Este renacimiento personal y profesional también implica otro nuevo proyecto televisivo: su participación como jurado de lo nuevo de TVE ‘La bien cantá’. El espacio, que dio comienzo la pasada semana, busca al mejor o la mejor cantante de copla. Este martes, una nueva entrega será presentada por Rocío Muñoz en colaboración con la cantante, en su rol de jueza junto con Rayden y Lucas Vidal. En concreto, los diez concursantes se enfrentarán esta noche a un nuevo retante dispuesto a arrebatarle su sitio en el concurso del ente público. Todo ello amenizado con el grupo Miss Caffeina y la cantante sevillana Joana Jiménez, que deleitarán al público entonando algunas de las mejores canciones del repertorio de la copla.
Muy enamorada de Inmaculada Casal
En el plano sentimental, María del Monte no le puede pedir más a la vida después que su camino se cruzase con el de la prestigiosa comunicadora Inmaculada Casal. Fue en 2022 cuando sorprendió a todos al confesar que tenía novia desde hacía 23 años. No tardaron en casarse y siguen tan enamoradas como el primer día.
Prueba de esta dicha de las flechas de cupido fueron las declaraciones que hizo la propia María del Monte en uno de los conciertos que ofreció en Almuñécar el pasado mes de agosto. "Está muy pendiente de mí. A mí Inmaculada de mi alma que está por ahí detrás. Están ahí empujándome y tirando de mí, y diciendo aquí no te caes", decía sobre la periodista. "Si alguno de los que estáis aquí creéis en el amor, que le den por el saco al mundo. Confiad en el amor. Las decisiones no son fáciles y suelen tener consecuencias. Lo peor de todo es arrepentirse de no haber hecho algo".