Norma Duval recuerda entre lágrimas un emotivo mensaje de su hermana Carla que había olvidado

Norma Duval (67 años) ha vuelto a recorrer 'El camino a casa' que hacía cada día desde su antiguo colegio, el Carmelo Teresiano. La vedette y Albert Espinosa se han colado en una de sus antiguas clases y han visitado la pista donde solía jugar al baloncesto con las monjas del centro. Han recordado su afición por el baile con Daniela, la sobrina de Norma y una talentosa gimnasta. Ha visitado el barrio de su infancia, Cuatro Vientos, y ha conseguido que su hermano, Albi, aparezca en antena: "Llevo toda la vida intentándolo, pero no lo había conseguido. Era imposible". Juntos, han recreado algunos de los momentos más gamberros de su infancia (escopeta en mano) y han recordado a Carla, su hermana fallecida. 

El camino les ha llevado hasta el teatro Calderón, donde debutó junto a nombres tan reconocidos como Carmen Sevilla. Albert Espinosa ha querido compartir videos que muestran cosas que marcaron su pasado, como las películas de Rocío Durcal, y su presente, como el centro de educación infantil que lleva su nombre. Sin embargo, si hay algo que forma parte de esos dos momentos es su hermana Carla: "Yo no lo acepto porque no debía de haberse ido tan pronto. No le tocaba. Tenía mucho que hacer en la vida".

Albert ha querido que estuviera presente en la conversación. Por eso, ha pedido a su equipo que recuperasen un fragmento de alguna entrevista. Lo más emotivo es que Norma no recordaba esas palabras de su hermana contando una de sus muchas travesuras. 

"Cuando se iban mis padres de casa, Norma se asomaba a la ventana y decía: 'Ya se han ido'. Entonces salía corriendo. Yo era la hermana pequeñita, me sacaba ocho años", explica a cámara. "Ella sacaba un vestido de mi tía que nos había regalado. Recuerdo que tenía la falda de tul y era de color lila. Entonces se lo ponía y empezaba a maquillarse. Yo, que entonces tenía 3 años, iba detrás de ella y le decía: 'Yo también'. Me pintarrajeaba los labios", añade.

Eso solo eran los preparativos. "Venían las amigas y y hacíamos teatro. Yo me apuntaba", recuerda. Esto lo hacían a escondidas de sus padres. "Luego llegaban mis padres y ella corriendo lo escondía todo, pero yo seguía con los labios pintados. Entonces mis padres le preguntaban que qué había pasado ahí: 'La niña, ¿qué hace toda pintaba?'", recuerda entre risas. "A las dos nos gustaba eso de ser artista", concluye. 

Norma no sabía de dónde había sacado esas imágenes. "Quería que estuviera ella hablándote, contándote. Hemos acabado los dos llorando", le ha dicho Albert, mientras ella seguía embelesada mirando a la pantalla. "Que guapa está y cómo la echo de menos", ha dicho ella. "Y que cosas más bonitas dice de ti", ha apuntado él. 

La vedette siempre cuidó de su hermana. Tenía un vínculo muy fuerte con ella. "Yo la quería casi más como una hija que como una hermana. Eso es una herida que nunca se cura. Era tan alegre, tan divertida", ha expresado. De ella, además del recuerdo, le quedan dos sobrinas "que son maravillosas".