El monumental enfado de Esther con su cita en 'First Dates': "Eso es una línea roja en mi vida"

La comercial jubilada ha chocado prácticamente en todo con Alfonso, quien además ha reconocido durante la cita no estar preparado para abrir su corazón

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

First Dates
Mediaset España

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ay ocasiones en las que crees estar preparado para abrir tu corazón después de una dolorosa pérdida o ruptura. Sin embargo, hay que verse en el intento. Esther (59 años), una comercial jubilada de San Fernando, Cádiz, no ha tenido mucha suerte en eso con su cita de ‘First Dates’. Después de enviudar, pasó por momentos muy difíciles.

Había estado 35 años casada con el padre de sus hijos y eso era algo que no podía negarse. Pero había llegado el momento de empezar una nueva etapa. "Me costó recuperarme. Era el hombre de mi vida y el padre de mis hijos. Entras en un periodo de la vida muy negro, muy oscuro, pero se sale. Me dieron un buen consejo de que estaba viuda no muerta y que me apuntara a redes sociales", ha reconocido a Carlos Sobera (64 años). 

Está buscando a un "hombre bueno" y "alegre" porque no quiere a un "tristoncio" en su vida. Alfonso (58 años) no ha dado el perfil desde el principio. Nada más verle le ha sentenciado. El empresario de Chipiona, Cádiz, es el prototipo de hombre andaluz y la antítesis a lo deseado por Esther, que tiene una estética mucho más moderna. "Ufff, clásico. Ya está. Una persona clásica en el vestir", ha dicho a las cámaras de ‘First Dates’.

A ambos les separan muy pocos kilómetros, pero por parte de Esther poco había que hacer. La cosa no solo no ha mejorado a lo largo de la cena. No le ha gustado que trabaje en hostelería. "Está bien porque me deja mi espacio pero por otra parte me apetece compartir momentos con mi pareja y no que esté todo el día trabajando", ha reflexionado. Tampoco le ha encantado su fervor por la Semana Santa ni por los toros. Es todo lo contrario a ella que no es ni religiosa ni partidaria de esta tradición en la que los animales sufren: "Eso es una línea roja en mi vida, soy muy animalista y entonces yo no...".

Su cara se ha ido descomponiendo poco a poco mientras que Alfonso le ha narrado sus peripecias en los cosidos. Él además ha confesado a las cámaras de ‘First Dates’ que no es algo que vaya a cambiar por nadie: "Sí me gusta y lo voy a seguir manteniendo. Yo no voy a cambiar nada". Pero, sin duda, el momento más tenso de la cita ha llegado minutos después cuando estaban charlando de novela negra.

"Yo negro no, solo los pantalones para el trabajo y la camisa para trabajar", ha dicho él. Esther se ha pensado que era racista. Aunque él le ha aclarado poco después que no, su comentario ha sido desafortunado. "No soy racista. Por cierto, tengo ahora a dos chavales en prácticas morenitos", ha intentado rectificar. "Negros. No digas morenitos porque eso me da un montón de coraje", le ha interrumpido ella mientras que él puntualiza que esa palabra suele ofender a la mayoría y que por eso lo dice así.

Han acabado en una discusión que ha terminado con el enfado de la comensal. "Es peor. Te lo digo porque yo tengo un yerno negro. No soy fácil de enfadar pero como me enfade, teme", le ha soltado. "Corramos un tupido velo", ha intentado zanjar Alfonso (sin mucha fortuna). 

Ha sido entonces cuando ella sin miramientos ha preguntado por cómo le estaba pareciendo la cita y él ha empezado a mostrar la patita. "Un clavo no saca a otro clavo y yo estoy en ese proceso de encontrarme a mí mismo que todavía no lo he hecho. Ya llevo casi dos años sin pareja, pero me cuesta", ha comentado. La soltera habrá pensado que para qué ha ido a ‘First Dates’.

Como es lógico, después de esto y de vivir la cita más tensa de los últimos programas, Esther ha dicho ‘no’ a un segundo encuentro con Alfonso: "Parece que suena como muy típico pero como pareja creo que no estamos en el mismo momento. Tú buscas tranquilidad y yo no estoy en ese punto. De verdad que no me importaría ir a tu bar y que me invites de vez en cuando".