El momento 'Tierra, trágame' que ha sufrido un soltero en ‘First Dates’ ante una cita que no paraba de faltarle al respeto

El programador informático ha recalcado una y otra vez la diferencia de edad que tenía con su cita en 'First Dates'

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

First Dates
Mediaset

Hay pocas cosas peores en una cita a ciegas que te emparejen con alguien que no tiene ningún tipo de conversación. Puedes saber desde el principio que no va a llegar a nada, pero ya que vas a tener que estar con esa persona un par de horas, al menos disfrutar de ese tiempo. Iván (35 años) ha tenido uno de los encuentros más aburridos de ‘First Dates’. De quedarse dormidos. Al programador informático de Camas, Sevilla, le ha faltado salero, como se suele decir, y eso que se considera un hombre "casi, casi perfecto".

En el amor, su currículum es cortito porque ha estado en el armario hasta los veintitantos años. "Fue cuando conseguí mi cambio físico y tenía más seguridad en mí mismo y no tenía tantos complejos. Al ganar seguridad en mí mismo, tuve la valentía para decir ‘soy gay’", le ha reconocido a Carlos Sobera (64 años). Eso sí, también le ha admitido admite que ahora que lo ha hecho, está disfrutando y descubriendo todo lo que se ha perdido anteriormente.

Quiere cerrar esa etapa. Ahora, busca una relación seria: "Me gustaría encontrar una pareja que me haga feliz, con la que compartir mi tiempo y tener una estabilidad emocional. Quiero estar tranquilo". 

Javier (49 años), un profesor de Física y Química de Sevilla, tiene un perfil muy distinto. De experiencia va sobrado, pero la primera impresión no ha sido buena para Iván. Ambos han pensado que no son el tipo de persona en la que se fijarían por la calle. Cierto es que les separan 14 años, pero a cierta edad, esas cosas suelen pasar a un segundo plano. O eso creía el equipo de 'First Dates'. El informático, tras enterarse, le ha calificado como "viejuno" ante las cámaras del dating show.

No es que Iván sea la alegría de la huerta, pero, después de conocer ese pequeño detalle, su interés por él ha sido de cero. Se ha limitado a contestar con monosilábicos y la cita se ha convertido en una entrevista de trabajo. Javier no ha parado de hacerle preguntas para evitar los silencios incómodos, pero no ha conseguido gran cosa. Ha pensado que aún le quedaba mucho por madurar (y con razón).

"La diferencia es abismal, yo tengo mucho recorrido hecho ya y muchísimas cosas ya normalizadas en mi vida. Creo que todavía le falta cocerse un poco al fuego. Los temas que a él no le interesaban, que eran todos los que a mí sí, no los abordaba. Ha habido un momento de la cena que yo me he sentido como un entrevistador y que estaba en un monólogo", ha reconocido. Iván simplemente se ha limitado a llamarle viejo cada dos por tres tras las cámaras de ‘First Dates’: "Las expresiones que ha usado me parecen un poco viejunas".

En lo único que ha entrado un poco más al trapo es cuando Javier le ha preguntado por la política. "Me limito a votar, no me implico más", le ha contestado. El profesor, en busca de tema de conversación, le ha confesado que es admirador de la Reina Letizia: "Creo que la historia la juzgará muy positivamente por el gran papel que hace dentro del papel institucional". El problema aquí es que Iván es republicano y, en vez de respetar la opinión de su cita, ha decidido volver a insultarle detrás de cámaras: "La pasión que siente Javier por la Reina me parece de mariquita viejuna sevillana. Para mí sobran los Reyes".

Si ya la cita iba mal, después de esto ha parecido que estaban jugando a las siete diferencias. Todo se lo han rebatido. "Estoy ya impaciente por irme", ha dicho Iván en un momento de la cena. No me extraña que ambos hayan dicho no a una segunda cita. "La comida estaba muy buena, la atención también y el vino muy bien y la cita ha sido regular. Yo no tendría una segunda cita ni una tercera ni una cuarta. Como bien has dicho, hay una diferencia generacional y te veo bastante inmaduro, incluso más inmaduro de lo normal a tu edad. Me he sentido más como un entrevistador", le ha espetado Javier, muy a gusto con sus palabras.