Matías Prats presentó, como cada fin de semana, el informativo de Antena 3. Sin embargo, este domingo 26 de junio ocurrió algo poco habitual para el presentador. Sorprendió a los espectadores con uno de sus clásicos chistes, uno que llegaba tras un lapsus en pleno directo. Sí, Prats hizo gala de su humor para salir adelante y resolver así una incómoda situación. El presentador de 'Antena 3 Noticias Fin de Semana' se dispuso a dar un breve avance de 'Mundo Brasero' cuando Prats se equivocó.
Se trataba de un reportaje sobre las aguas tóxicas del Monte Neme, un entorno vistoso y llamativo de la geografía gallega que gracias a sus balsas de agua color turquesa, tan parecidas a las aguas del Caribe, se ha convertido en uno de los destinos preferidos de cualquiera que viaje enbusca de la foto perfecta. "Entre los temas que nos descubrirán esta tarde en 'Mundo Brasero' está el de las aguas tóxicas del Monte Neme. Son lagunas de aguas turquesas que recuerdan al Caribe. Están en el interior de Galicia y numerosos influencers han popularizado esas...", dijo Prats. Pero el presentador había perdido el hilo y tuvo que mirar uno de los folios que se encontraban sobre su mesa.
"Ese ambiente", agregó tras unos segundos. "Cuelgan fotos de esa pareja... De ese paraje", se corrigió a si mismo para añadir, "que es tan espectacular como peligroso, por lo menos para mí". Matías Prats bromeó tras cometer un segundo error. Este lapsus ha sido muy comentado en redes sociales. Muchos de los mensajes de los tuiteros eran para mostrar su apoyo al presentador.
Lo cierto es que justo al lado de esa postal aparentemente de en sueño se esconde una mina abandonada. "Esas balsas fueron una antigua mina de wolframio. Se abrió durante los años del franquismo y se cerró en el 2014. Ahora es irresistible, pasa por ahí un 'instagrammer', se hace una foto y a captar seguidores. Pero hay un detalle muy importante. Esas aguas, donde incluso alguno se ha bañado, están llenas de metales pesados muy tóxicos", relató 'Mundo Brasero' sobre lo conocido como el 'Chernobyl gallego'.