Maribel Verdú visita 'El Hormiguero': de sus primeros pasos en la industria al pacto que hizo con su marido, Pedro Larrañaga

Maribel Verdú (54 años) nunca imaginó que aquellos inicios en el teatro del colegio acabarían siendo tan solo el inicio de una dilatada carrera. Sus primeros pasos los dio con apenas nueve años dirigiendo los ‘Entremeses’ de Cervantes. Cuatro décadas después, la actriz sigue en lo más alto de la industria con una trayectoria profesional en la que ha hecho de todo (y bien): cine, teatro, televisión, drama, comedia... Y un palmarés de envidiar con dos Goya a Mejor Actriz Protagonista, dos Premios Ondas y el Premio Nacional de Cine 2008.

Este martes acude a ‘El Hormiguero’ para presentar su nuevo trabajo. ‘Cuando nadie nos ve’ es la serie que protagoniza junto a Mariela Garriga y que se estrena el próximo 7 de marzo en la plataforma MAX.

Este thriller que se suma a la veintena de series de televisión que ya ha hecho. También cuenta con más de 80 películas y otras tantas obras de teatro. Sin embargo, de pequeña quería ser presentadora de televisión o piloto de rallies. Pero la mayor de las tres hijas de Gregorio Verdú, vendedor de coches, e Isabel Rollán, ama de casa y modelo, llevaba el arte de la interpretación en sus venas.

"Siempre me disfrazaba: en el barrio, en el cole. Y no solo me hacía yo misma los trajes, los interpretaba. Mis compañeras siempre me elegían para dirigir las funciones de fin de curso. Como leía tanto… ‘Los Entremeses’ de Cervantes me resultaban muy divertidos", contaba en una entrevista en Vanity Fair. 

Nacida en Alcorcón pero criada en el aburguesado barrio de Argüelles, Maribel Verdú creció entre libros. Nunca fue de muñecas; sí del proyector Super Cinexin. "Si el padre de una de mis mejores amigas, Nuria, que era ebanista, nos regalaba unas pistolas de madera, que en lugar de usar para jugar, yo las usaba para imitar a ‘Los ángeles de Charlie’ por el pasillo de casa", admitía.

La difícil decisión de Maribel Verdú

Sus inicios no fueron fáciles. No contaba con la aprobación de todos los miembros de su familia: "Fui a mi primera prueba con mi madre prácticamente a escondidas. Mi padre le dijo: ‘¿Dónde vas a llevar a tu hija?’. ‘A hacer lo que le apetece y lo que le gusta’, respondió ella. Excepto a mi abuela Isabel, que me protegió y me apoyó siempre, a los demás no les pareció nada bien". Para que no se preocupase, Verdú le contaba a su abuela que en las escenas de besos colocaban un vidrio entre los labios de los actores. 

Su primer casting lo para otra ficción, ‘La huella del crimen’. No tardó en despuntar en una industria en la que perdió antes la virginidad que en la vida real: "Ojalá hubiese existido la figura del coordinador de intimidad en mis 40 años de profesión. Que en las escenas de sexo todo hubiese estado pactado por escrito y a ellos se les hubiese visto exactamente lo que a mí. Que les hubiesen echado un espray para el aliento. Lo he pasado tan mal, tantas veces". De hecho, denunció a uno de sus compañeros de ‘El sueño de Tánger’ por acoso sexual. Lo desveló por primera vez años después en ‘Planeta Calleja’ en 2021. 

Pedro Larrañaga, el amor de su vida

Maribel Verdú siempre ha tenido el apoyo de toda su familia. Desde sus padres hasta sus hermanas, las gemelas Carlota y Marina. Tienen una gran conexión desde que eran bien pequeñas y esa unión es más fuerte aún si cabe en la actualidad. Sobre todo después de que a una de ellas le diagnosticaron un cáncer. El otro gran pilar de la vida de la actriz es el productor teatral Pedro Larrañaga, hijo de los actores Carlos Larrañaga y María Luisa Merlo, y hermano de los también intérpretes Luis Merlo y Amparo Larrañaga. Acaban de celebrar sus bodas de plata.

"Me muero por mi chico. El secreto de nuestro matrimonio es el amor y el respeto absoluto. No haber dicho nunca nada de lo que me pueda arrepentir porque las palabras son como los huevos: una vez que se caen, no hay manera de recomponerlos. Y reírnos mucho. Disfrutar juntos. Es la persona con la que más me gusta estar", confesaba en esa entrevista.

No pueden vivir el uno sin el otro. De hecho, es tal el amor que sienten que llegaron al acuerdo de no pasar más de dos semanas sin verse y así lo han cumplido desde que se conocieron: "Es la persona que hace que la vida sea mejor, más fácil, más divertida y más de verdad. Es mi marido, mi cómplice, mi mejor amigo, mi amante".