Una de las cuestiones a las que se enfrentan los concursantes de ‘Supervivientes’ una vez que el reality llega a su fin, es a las secuelas que les deja su paso por Honduras. Cuando regresan a España, viven un período de adaptación que a cada uno le afecta de una manera. Hay quien no para de comer, quien tiene que dormir en el suelo, quien sufre el hecho de escuchar mucho ruido o quien hace frente a lesiones dolorosas. Esta misma semana, Pedro García-Aguado dejaba ver a través de Instagram cómo no dejaba de picar entre horas y de hablar de comida. Lo mostró en unas imágenes junto a sus compañeros Aurah Ruiz y Kiko Jiménez, a los que les sucede lo mismo.
Para entender qué es lo que sienten los concursantes de ‘Supervivientes’ una vez que vuelven a la realidad, hemos hablado con la psicóloga María Padilla. Lo primero que nos ha explicado la fundadora de Capital Psicólogos ha sido el tiempo que suelen durar las secuelas que arrastran los participantes. “La participación en un reality show como 'Supervivientes' deja huellas que tendrán una duración de más o menos un mes hasta que recuperan su vida normal… Y si no es así, ya hay que plantearse resolverlo de otra manera”. A continuación, para entender por qué sucede esto, nos ha contado que “las condiciones extremas y la privación de necesidades básicas como la comida y la comodidad provoca secuelas que se manifiestan incluso tiempo después de regresar a la vida cotidiana”.
El impacto de la privación que sufren Pedro García-Aguado y otros concursantes de 'Supervivientes'
Después, María Padilla ha profundizado en el impacto de la privación. Tras ver las secuelas que sufren concursantes como Pedro García-Aguado, la psicóloga ha hecho alusión a este aspecto que suele ser común entre los participantes del programa de Mediaset. “Durante su estancia en la isla, los concursantes de 'Supervivientes' enfrentan una serie de desafíos que van más allá de las pruebas físicas. La privación de alimentos y la exposición constante a un entorno hostil generan un estado de estrés continuo”, ha dicho sobre el estrés que les general verse privados de cuestiones que en su día a día tienen muy a mano. En concreto, ha comentado que “cuando el ser humano se ve privado de funciones básicas, como una alimentación adecuada y un ambiente seguro, el cuerpo y la mente se desestabilizan. Este desequilibrio puede resultar en una respuesta de estrés agudo, que se manifiesta en síntomas físicos y psicológicos”.
Sobre las imágenes que han compartido Pedro García-Aguado, Kiko Jiménez y Aurah Ruiz, la experta ha comentado que “estos efectos, como el constante deseo de comer chucherías y la dificultad para tolerar ciertos ruidos, son indicativos de cómo el cuerpo y la mente intentan readaptarse a la normalidad después de un período prolongado de privación y estrés”.
Cómo se manifiestan las secuelas del impacto de la privación
Después de explicarnos en qué consiste el impacto de la privación, la psicóloga ha profundizado en las secuelas que tiene. “Las secuelas físicas, como la inflamación o los cambios en los hábitos alimenticios, suelen ser las primeras en manifestarse. Mario González, por ejemplo, ha mencionado su dificultad para controlar la cantidad de comida que consume, un problema que nunca había experimentado antes de su participación en el programa”, ha comentado en referencia a que Mario González contó hace unas semanas que era incapaz de dejar de comer desde que regresó de Honduras. Según Padilla, “este tipo de secuelas pueden ser una respuesta directa a la escasez de alimentos vivida en la isla, donde el cuerpo entra en un estado de alerta y acumula energía en forma de grasa al percibir una amenaza de inanición”.
Además de las secuelas relacionadas con la alimentación, la experta ha hecho alusión a otras incomodidades que padecen los concursantes de ‘Supervivientes’ cuando intentan adaptarse a la rutina. En concreto, nos ha comentado que “Blanca Manchón, otra participante, ha señalado que su mayor desafío al volver ha sido adaptarse a los ruidos cotidianos, una situación que puede ser descrita como una hipersensibilidad sensorial. Esta respuesta puede ser el resultado de haberse habituado a un ambiente natural y relativamente silencioso, donde el sonido del mar predominaba, y ahora enfrentarse a la cacofonía de la vida urbana”.
¿Cuánto duran las secuelas a los concursantes de ‘Supervivientes’?
Los concursantes de ‘Supervivientes’ tienen que tener paciencia a la hora de gestionar esta situación. Según la psicóloga, “estas secuelas, aunque generalmente temporales, pueden prolongarse y evolucionar en función de la personalidad del individuo, sus recursos personales y su capacidad de resiliencia”. Por tanto, dependiendo de cada caso, la gestión y duración será diferente. “Es crucial entender que, aunque muchas de estas reacciones son normales y suelen desaparecer con el tiempo (en alrededor de un mes), algunas personas pueden desarrollar un estrés postraumático (TEPT), que requiere intervención profesional. El TEPT es una condición seria que se manifiesta con síntomas como flashbacks, evitación de situaciones que recuerden el trauma y una hipervigilancia constante”.
¿Cómo pueden recuperarse de las secuelas los concursantes de ‘Supervivientes’?
Los participantes del reality pueden trabajar en la recuperación de estas secuelas. Además de dejar que pase el tiempo, hay métodos con los que pueden hacer frente a estas consecuencias que traen de Honduras. María Padilla nos ha explicado que “entre las Estrategias de Recuperación pueden estar una alimentación controlada, por ejemplo establecer un plan alimenticio estructurado puede ayudar a los exconcursantes a recuperar el equilibrio. La actividad física puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. El ejercicio también puede ser una forma de reencontrarse con el propio cuerpo y recuperar la confianza en las capacidades físicas”.
Entre las estrategias que pueden seguir, la experta también ha destacado que “la meditación, el yoga y la respiración profunda pueden ser útiles para manejar la ansiedad y la hipersensibilidad sensorial. Estas técnicas ayudan a calmar el sistema nervioso y a reducir los niveles de estrés. Mantener una red de apoyo sólida, ya sea a través de amigos, familiares o grupos de apoyo, es crucial para la recuperación. Hablar sobre las experiencias y compartir sentimientos puede aliviar la carga emocional y en casos que se prolongue a más de un mes y medio pedir ayuda psicológica”.