Como cada semana en ‘Bake Off: famosos al horno’ se produce una nueva eliminación que conlleva una gran tristeza debido a que las semanas avanzan y los compañeros se van cogiendo cada vez más cariño. El séptimo expulsado del concurso ha sido el actor Marc Clotet que ha pasado de ser el mejor la semana pasada a convertirse en el eliminado tras un duelo final contra Pablo Puyol y no haber realizado ninguna de las tres pruebas exigidas por el jurado con la rigurosidad que solicitaban.
El nuevo reto de ‘Bake Off: famosos al horno’
Nada más comenzar el programa de esta noche la presentadora Paula Vázquez informaba de importantes novedades en cuanto a la realización de las pruebas. “Desde hoy tendréis que superar no dos, sino tres retos”, comenzaba explicando ante la sorpresa de todos los participantes. Dicho esto, proseguía argumentando que tienen que llevar a cabo tres pruebas: la de autor, la técnica y la fantasía. Todo ello en el mismo programa para comprobar los progresos de cada uno de ellos.
El jurado quería romper con lo establecido en esta prueba, es decir, enfrentarse a tiburones sin dientes. Para ello tendrían que llevar a cabo dos tipos de turrones. “Tiene que tener un encarnizado o cobertura de chocolate, un relleno y un crocante que puede ser praliné o lo que ustedes quieran”, exponía el jurado. Además, sorprendían intercambiando las recetes entre sus compañeros, lo cual ha provocado un mayor caos al no dominar su postre y sus ingredientes. De hecho, ha habido un momento para la diversión, cuando Rocío Carrasco (46 años) y Alba Carrillo (37 años) se han llenado de chocolate.
Ana Boyer y Rocío Carrasco, las mejores de la prueba técnica
La siguiente prueba que debían realizar todos los participantes era la técnica. En ella debían hacer un total de nueve rosquillas de tres sabores distintos. Además, cada uno de los sabores estaba bañado o decorado de una manera distinta, de forma que queden en tres grupos de tres rosquillas cada uno. Por otro lado, en esta prueba contaban con la opción de poder ir comprobando la receta, la cual tenían pegada en su compañero de delante que tenía que permanecer quieto para poder leerla.
Como viene siendo habitual, más de un participante exclamaba que no llegaba a la presentación de sus rosquillas, algo que provocaba la frustración en ellos por todo el esfuerzo hecho. No obstante, el jurado realizaba su famosa cata a ciegas para no saber de quién era cada postre y así elaborar un listado de mejor a peor. Así, en la parte baja de la tabla estaban Patxi Salinas, Pablo Puyol y Marc Clotet que la última semana fue el mejor. Por otro lado, en la parte alta ha habido un empate en la primera posición que se han repartido Rocío Carrasco y Ana Boyer (34 años).
Marc Clotet, expulsado de ‘Bake Off: famosos al horno’
La tercera prueba era la fantasía, en la cual tendrían que intentar replicar la típica caja de galletas danesas que contiene de todo menos galletas. Es decir, tendrán que intentar hacer diferentes postres que simulen hilos, cintas, costureros y lo que a cada uno se le ocurra con su imaginación. El jurado les indicaba que esta prueba estaba basada en los detalles pero también había que darle importancia al sabor, teniendo en cuenta la libertad para recrear y sumar elementos que cada abuela tuviera en su costurero.
Cada concursante iba pasando por la mesa del jurado para mostrar sus creaciones y esperar a la cata del jurado con sus correspondientes críticas y aciertos. Tras unos minutos deliberando, los jueces regresaban con su veredicto y comenzaban por dar los tres nombres que mejor lo habían hecho. Blas Cantó, Ana Boyer y Alba Carrillo optaban al conocido delantal estrella. Sin embargo, únicamente podía ser para uno que en este caso ha sido para el cantante eurovisivo.
Llegaba la parte agridulce de la noche. Para ello, el jurado llamaba a Pablo Puyol y a Marc Clotet. Inmediatamente le comunicaban al actor que era el expulsado tras no haber llegado a lo que pedían en las tres pruebas. “Aquí ha acabado la historia. Una lástima porque tenía muchas ganas de seguir aprendiendo. Estamos en la recta final y toca despedirse”, decía Marc mientras se abrazaba a sus compañeros. Sin embargo, tenía claro que se llevaba a todos sus compañeros, a los que señalaba antes de abandonar las cocinas. “Es una super experiencia que repetiría una y mil veces”, concluía.