Las redes sociales, especialmente Twitter, recogen gran parte de la conversación que se genera en torno a cualquier fenómeno televisivo. Son muchos los espectadores que comparten con el resto de los usuarios sus opiniones; a veces son halagos, pero suelen ser críticas (y no de las constructivas). Un colectivo que ha sufrido mucho esto (y no hablamos de los eurofans) han sido los presentadores de los Premios Goya.
La noche del cine español sigue librando su propia batalla: la de hacer una gala entretenida, dinámica, para todo el público y que termine a una hora decente. Más o menos el mismo reto al que se ha enfrentado RTVE con la elección de representante español para Eurovisión. La Academia de Cine se rodea de grandes profesionales para celebrar el talento español, y ahora también el internacional con la categoría que inaugura Cate Blanchett, pero muchas veces los haters y los datos de audiencia deslucen el trabajo. Puede que por eso no sea tan fácil encontrar a un valiente que se ponga al frente de ella.
En 2021, los encargados de conducir la ceremonia fueron Antonio Banderas y María Casado, pero este año habrá varios presentadores. "Habrá figuras de primer nivel como presentadores y presentadoras", apuntó Mariano Barroso, presidente de la Academia de Cine, pero el peso no recaerá sobre ninguno de ellos en concreto para llevar el ritmo. Y eso que el dúo formado por Banderas y Casado no obtuvo demasiadas críticas pese a presentar la gala menos vista de los últimos 15 años, según datos facilitados por Barlovento Comunicación, con una cuota de pantalla del 15,6 % y 2.482.000 espectadores de audiencia media.
Dani Rovira podemos decir que ha sido una de las víctimas más recientes. Se puso al frente de la gala hasta en tres ocasiones porque, como él mismo confesó, le había cogido "el gustillo". "Hago los Goya para que no ganen los cuatro borrachos de Twitter", dijo el actor a ABC. Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes también la sufrieron. Los usuarios cuestionaron sobre la integridad física de quién había escrito el guion de la gala y calificaron el humor de "barato", entre otros comentarios. En 2014 fue Manel Fuentes quien se atrevió y perdió. Para él, fue "un año complicado", pero quiso ver el lado bueno y aprovechó esas críticas para mejorar.
Pero no todo es malo. Sí se guarda un buen recuerdo del quehacer de Andrés Pajares y Carmen Maura (presentadores en 1990), Guillermo Toledo y Alberto San Juan (en 2003), José Corbacho (en 2007 y 2008) o Eva Hache (en 2012 y 2013) como presentadores de los Premios Goya. Seguro que el 2022 es un buen año también para esto (regresa hasta Joaquin Sabina).