No hay una edad correcta para casarse y formar una familia, tampoco para descubrir la verdadera vocación. Leo Harlem (62 años) tuvo que llegar a los cuarenta y tantos antes de hacerse un hueco en la comedia. Fue por casualidad y gracias a unos amigos que le grabaron en una pequeña actuación en un bar. Mandaron el vídeo a ‘El Club de la Comedia’ y se podría decir que el resto es historia. Pasó por muchos trabajos hasta convertirse en uno de los mejores humoristas del país.
Este martes, Leo Harlem visita ‘El Hormiguero’ para promocionar la nueva temporada de su parodia ‘Leo Talks’, que se estrena en Movistar+ el próximo 24 de febrero. También charlará sobre las giras de espectáculos que está haciendo, 'Deja que te cuente', y el show 'Mentes peligrosas'.
El complejo de inferioridad de los españoles, según Harlem
Durante su entrevista en 'El Hormiguero', Harlem ha confesado a Pablo Motos por qué cree que los españoles tenemos complejo de inferioridad. Después de revelar que sigue teniendo un teléfono móvil muy antiguo (un Nokia que vale 70 euros), el humorista ha explicado al presentador que valoramos mucho más todo lo de fuera.

Pablo y Leo durante su entrevista en 'El Hormiguero'.
Antena 3
"Tenemos un complejo. Es ridículo. Vamos a un sitio y decimos que qué bien, qué bonito y nosotros tenemos cosas muy buenas. Los países nórdicos son un invento, no tienen sol, viven en 20 metros cuadrados. Están sobrevalorados. Comen tristeza de primero y arenque de segundo. Luego se comen un boquerón en Málaga y se vuelven locos", ha dicho bromeando.
"En España hay muchas formas de decir 'dame una cerveza'. Hay muchas palabras. Los franceses no están bien. Nos desprecian mucho. Te miran y te hacen un traje, por eso la moda les va bien", ha continuado entre risas para decir que nuestro país es el mejor del mundo. "Lo digo en serio cuando viajo fuera y vuelvo me reconcilio conmigo mismo. Me como con mi chica unas gambas, una cerveza, una merluza...Hay cosas buenas fuera pero aquí hay una continuidad", ha añadido.
El curioso origen del nombre de Leo Harlem
Nacido en Matarrosa del Sil (León) y criado en Valladolid, Leonardo González Feliz trabajó como panadero durante varios años mientras estudiaba Arquitectura. No contento con la carrera, decidió cambiar los planos por las leyes y comenzó a estudiar Derecho. En un inicio estaba totalmente convencido de su decisión, pero con el paso del tiempo se dio cuenta de que tampoco era lo suyo. Lo abandonó todo para ejercer de camarero en un bar de la capital vallisoletana, 'El Harlem'. Sí, el local acabaría siendo una inspiración para el apodo artístico con el que se le conoce a día de hoy.
Pese a lo llamativo del nombre, fue otro bar el que le abrió las puertas de la profesión, ‘La Salamandra’. Pertenecía a una amigo suyo que siempre le insistía en que era muy gracioso. Terminó convenciéndole de que se subiese al escenario para compartir su humor con la gente. No le quedó otra que hacerlo.
"El detonante fue un amigo, Mariano, que tenía un bar llamado ‘La Salamandra’ y había actuaciones todas las semanas. Iban muchos cómicos y él me decía: ‘Tienes que actuar, que yo me río mucho contigo’. Ya no me podía echar atrás", contaba Leo Harlem hace unos años en una rueda de prensa.
Gtres
Unos allegados decidieron grabarlo y enviarlo a 'El club de la comedia'. Fue así como saltó a la fama y empezó a hacerse un hueco en este mundo. Ganó la final del Tercer Certamen de Monólogos en 2002 mientras que adquiría popularidad con los vídeos que subía a YouTube con su personaje El Bocas de Zaragoza. Aunque su gran oportunidad llegó de la mano de ‘La hora de José Mota’ (La 1) y ‘El club del chiste’ (Antena 3).
Los planes de Leo Harlem para su jubilación
Desde entonces, no ha dejado de trabajar, recorriendo el país con sus espectáculos. "Vivo un poco mejor porque gano más dinero como actor y humorista que como camarero", reconocía en un evento. De momento, no tiene pensado jubilarse pero cuando lo haga quiere vivir en Gijón o en un pueblo en la montaña. "Es más acorde con lo natural y los tiempos para hacer algo son más racionales. En las ciudades pierdes mucho tiempo desplazándote", confesaba en la revista 'Escapada Rural'.
Nuria, la mujer que conquistó su corazón hace más de tres décadas
Todo lo abierto y dicharachero que se muestra en sus shows contrasta con el recelo con el que cuida cada detalle de su vida privada. No es un rostro conocido al uso. "No hablo de política ni de religión ni de mujeres ni de sexo. Yo podría ser más gracioso hablando de esos temas, pero crearía tensión y lo que pretendo haciendo humor es que la gente se ría. Prefiero reírme de las bobadas que se ponen de moda, de lo que hacemos todos y por eso llego a más gente", explicó en una entrevista con ‘Diez Minutos’.
Es tan hermético que sobre su parcela privada se sabe que comparte vida desde hace más de tres décadas con una mujer, Nuria. Se conocieron en la universidad cuando estudiaba Arquitectura, pero poco más. "Soy muy reservado, no voy casi a photocalls ni a eventos. Yo tengo mi vida, mi pareja… A mí me gusta la vida sencilla. Hay gente que ha hecho negocio con su vida, y a mí eso no me aporta", se defendía en ‘Joaquín, El novato’.
Lo que sí contó es que aunque siguen igual de enamorados como el primer día. La pareja decidió no pasar por el altar ni tener hijos: "No estamos casados, aunque llevamos tantos años que es como una pareja de hecho". Le hubiese gustado esto último, pero está comprometido al máximo con su trabajo. Eso sí, siempre que puede saca un hueco para preparar a su chica alguna de sus especialidades culinarias. Tiene mucha fama su lechazo.