Cuando Laura Madrueño (38 años) hizo las maletas para irse a Honduras no pensó que la aventura de ‘Supervivientes 2024’ duraría tanto. Lo que estaba previsto para unos meses se ha alargado en el tiempo para acoger la primera edición de los ‘All Stars’. Aunque encantada con el cambio de planes y con el éxito de los dos programas, la presentadora de televisión echa de menos su casa y a sus familiares. Conscientes de ello, sus padres y su marido, Álvaro Puerto, han decidido viajar a Cayos Cochinos para pasar unos días con la madrileña después de cinco meses sin verla.
"Tenerte aquí y poder mostrarte mi Honduras ha sido maravilloso. Gracias, familia. ¡No queda nada!", ha escrito en su perfil de Instagram junto a unas imágenes con sus padres y su marido. La visita no le ha podido emocionar más a Laura Madrueño, que, en la recta final de ‘Supervivientes All Stars’, necesita mucha fuerza después de tanto tiempo alejada de su hogar. Mucho más después de las últimas semanas en las que una tormenta ha azotado los Cayos Cochinos y los ánimos han decaído.
No es la primera vez que recibe una visita este año. El fotógrafo quiso estar al lado de su mujer en una fecha muy especial para la pareja. Con motivo del segundo aniversario de su boda, Álvaro Puerto viajó hasta Honduras para compartir unos días junto a su mujer y celebrar ese día tan especial justo antes de la final de ‘Supervivientes 2024’. "Feliz aniversario, tigrilla. Cada día estoy más orgulloso de ti", escribió el fotógrafo en su cuenta de Instagram para felicitar a su mujer a la vez que compartió algunas imágenes de los días que vivieron juntos en Cayos Cochinos.
De hecho, la presentadora de televisión ni siquiera viajó a Madrid para estar presente en la gran final en la que Pedro Aguado se proclamó vencedor. En vista de que tenía que estar algunos meses más en Cayos Cochinos para la edición ‘All Stars’, optó por disfrutar de su marido.
Laura Madrueño y su bodas de ensueño en un velero
Laura Madrueño y Álvaro Puerto no se han separado desde que se conocieron gracias a unos amigos en común durante unas navidades en Kenia.Tras varios años de relación, el 18 de junio de 2022, los ya marido y mujer decidieron pasar por el altar con un enlace a bordo de un velero en Formentera. Una celebración con la que la presentadora de televisión siempre soñó: en el mar y rodeada de sus familiares y amigos más íntimos. Tan solo 35 invitados, repartidos en cuatro veleros, compartieron ese día tan especial con los novios. "Siempre he navegado y buceado con mis padres, desde que era un bebé. Y además tenía la ilusión de que mis invitados pudieran pasar un fin de semana a bordo (durmiendo en los veleros), lo que para mí es el plan más maravilloso del mundo”, explicaba Laura Madrueño en una entrevista sobre este día tan especial.
No pudieron escoger un enclave mejor. "Donde más feliz estoy es en el mar, navegando, y la ilusión de mi vida era que todos mis invitados pudieran vivir un fin de semana a bordo… ¡y así fue!", explicaba en sus redes sociales. Para la ocasión, Laura Madrueño escogió un vestido de escote halter del atelier catalán Yolancris.
Una segunda boda en el campo, al más puro estilo Balmoral
Tres meses después de aquel enlace de ensueño, la pareja decidía celebrar una segunda boda para los amigos que no pudieron estar en la primera. En esta ocasión en el campo. El 17 de septiembre volvían a darse el ‘sí, quiero’: "Teníamos que hacer otra ceremonia para todos aquellos que no podían ir a la primera, y decidimos hacerla en el campo rodeados de vacas y ovejas, que es donde nosotros pasamos gran parte del año".
Para la ocasión pidió a sus invitados que luciesen un dress code Balmoral. “Fue una maravilla ver a todos nuestros invitados tan guapos, se tomaron el look muy en serio y las fotos quedaron preciosas”, contaba emocionada Madrueño a la revista '¡Hola!', que optó por un dos piezas compuesto por una falda y un top que combinó con unas botas de caza. Sirvieron un menú muy especial compuesto por platos típicos de la zona como patatas revolconas con torreznos de Gredos y gildas, además de huevos al pastor para después de los bailes.