Borja González (31 años) vuelve a la pequeña pantalla como nuevo concursante de ‘Supervivientes 2025’. El influencer quizá sea uno de los más desconocidos hasta ahora confirmados del formato de Telecinco, pero sí que cuenta con un pasado televisivo. Le conocimos en la séptima edición de ‘La isla de las tentaciones’ junto con su pareja, la esteticista Ana Solma.
Se conocieron en Valencia cuando cada uno tenía su pareja, pero cambiaron sus vidas por completo. Decidieron dejar atrás a sus respectivos novios para formalizar una relación en 2019. Esa premura generó dudas y muchos celos que resolvieron viajando a la República Dominicana junto a Sandra Barneda. Pusieron a prueba su amor. Afianzaron su relación entre hoguera y hoguera. Ahora viven felices en Valencia junto a su hijo Luca, de un año.
El paso por ‘La isla de las tentaciones’ les cambió la vida. No solo les hizo mejores como pareja, sino que además les brindó oportunidades laborales que hasta ahora no habían tenido. "Nos ha cambiado la vida porque podemos dedicarnos mucho a las redes, hemos tenido suerte", decían en una entrevista que concedieron justo antes de que diese comienzo la octava edición del formato. Aunque sobrellevar toda esa fama no les ha resultado nada fácil. "Nada más salir estábamos tocados, estábamos agotados mentalmente", confesaba Borja que pese a eso, el balance fue muy positivo.
El valenciano es ahora un influencer. Aprovechó el filón del concurso para dedicarse a las redes sociales. Comparte con sus más de 520.000 seguidores de Instagram su día a día con Ana Solma y su hijo Luca. Parece que no le va nada mal porque recientemente se ha comprado un cochazo de alta gama. "Mucho esfuerzo y trabajo detrás de esto, gracias a todos vosotros y en especial a ‘La isla de las tentaciones’ y a Telecinco sin los que hubiese sido imposible", escribía en sus redes sociales.
Ha hecho campañas para marcas tan reconocidas como Amazon, Heineken, Nivea y Primark, entre otras. Aunque su trabajo más importante es el que ejerce de padre.
Los otros trabajos de Borja González
Mucho antes de que la fama le llegara, Borja González fue camarero, auxiliar de seguridad en conciertos y militar, además de portero de noche. Lo contó él mismo contó después de que varios haters asegurasen que no daba un palo al agua. "Siempre tengo cuatro o cinco amargados o envidiosos, no sé cómo catalogarlos, que me ponen que 'vivo del cuento', otro que 'no da un palo al agua'. Yo llevo desde los 16 años trabajando", decía hace no mucho.
"Yo he trabajado de camarero, de auxiliar de seguridad en conciertos por cuatro duros, fui militar durante más de siete años. Mientras era militar trabajaba los findes de semana de portero a la vez que estaba estudiando una oposición, que al final me la saqué y sigo trabajando", añadía.
Remarcaba que no ha dejado de trabajar nunca y que jamás había estado en el paro, además de poner en valor la profesión de influencer: "Yo ahora que lo veo desde dentro, sé que lleva muchísimo tiempo. Es difícil porque hay mucha gente que quiere vivir de ello y no puede. Para mí es como un trabajo como otro cualquiera".
IG @borjagonzalez
Fiel seguidor del Real Madrid y de La Roja
Amante del Real Madrid hasta la médula, Borja González es un fiel seguidor del fútbol. De hecho guarda un parecido asombroso con el delantero Joselu Mato. Siempre que puede se va a jugar una pachanga con sus amigos o acude al estadio para ver algún partido de su equipo favorito o de la Selección Española. En su tiempo libre además, le encanta aventurarse con un viaje. Ha recorrido medio mundo. Una de sus últimas escapadas ha sido a Santorini, donde estuvo recientemente con Ana. O la que hicieron ya en familia a los fiordos noruegos. También es un habitual de Ibiza. Las fotos de la isla Pitiusa inundan su cuenta de Instagram cada verano.