Si alguien pensaba que la situación se iba a calmar tras el asesinato de Jana, nada más lejos de la realidad. Los responsables de ‘La Promesa’ no cesan en su intento de sorprender a los telespectadores para seguir cosechando esas grandes cifras de audiencia cada tarde de lunes a viernes en La 1. Por algo este proyecto de Bambú Producciones recibió el pasado año el Premio Emmy que concede la Academia Internacional de Artes y Ciencias de la Televisión en el apartado de mejor telenovela.
La noticia sobre el doctor Gamarra ha dejado consternados a todos y a Curro con la mosca detrás de la oreja. Sabe que hay algo más detrás de este suceso y que tiene que ver con el asesinato de su hermana, Jana. En el capítulo anterior, los telespectadores también pudieron seguir atentos a la trama de María Fernández y a las malas tretas de Petra por despedirla. Ana, Rómulo y Ricardo se han aliado para evitar por todos los medios posibles que la doncella tenga que despedirse de La Promesa. Mientras tanto, Antoñito continúa alojado en una de las habitaciones de servicio. Esto es lo que sucede en el capítulo de 568 que emite Televisión Española este miércoles 2 de abril.
Alonso descubre a Leocadia, que ha tomado las riendas de La Promesa, en la habitación de la marquesa. No sabe cómo pero se las ha ingeniado para instalarse en esta estancia sin que nadie le diga nada. Además tiene la brillante idea de organizar un picnic con todos los trabajadores que acaba con un desenlace fatal. Los mayordomos advierten a María Fernández de su delicada situación dada las intenciones de Petra de echarla y esta da por hecho que va a tener que abandonar La Promesa. Ni siquiera los esfuerzos de Teresa, que intenta convencer a Petra, hace que cambie de opinión.
Entre tanto, el marqués sigue desolado. Su mujer está detenida por el asesinato de Jana y su hijo hace días que decidió partir a Italia en busca de una nueva vida. Lo que no sabe es que está más cerca de lo que parece y que muy pronto regresará a casa. Antoñito, todavía malherido, sigue encerrado en una habitación aunque pensando que se encuentra en la casa del párroco y no en una estancia del servicio del Palacio. Vera también comienza a ayudarle.
Por último, Catalina está más tranquila porque parece que Adriano ha desaparecido de su vida. Se equivoca. Muy pronto tendrá noticias.