Kiko Matamoros: "Me considero deudor y aprendiz de todo lo que venga de Jorge Javier"

El colaborador de televisión Kiko Matamoros afronta con tantas ganas como curiosidad su participación en 'Ni que fuéramos'. Lecturas ha charlado con él sobre sus expectativas

Álex Ander
Álex Ander

Periodista especializado en corazón y crónica social

Kiko Matamoros
Instagram @kiko_matamoros

Viendo lo estupendamente bien que se maneja delante de una cámara, resulta curioso que la primera vocación de Kiko Matamoros (67 años) no fuese la televisión. El madrileño cuenta de hecho que en su adolescencia fantaseaba con estudiar arte y decoración, pero que su padre le obligó a hacer una carrera universitaria y por eso se matriculó en Derecho. Al final dejó los estudios y se puso a trabajar como modelo publicitario con la idea de poder independizarse. Durante un tiempo también se ganó las habichuelas como comercial de una editorial técnica y como consultor de dirección. Hasta fue asesor del Consejero de Obras Públicas y Transportes de la Comunidad de Madrid durante la etapa en que gobernaba el socialista Joaquín Leguina. Pero algo empezó a cambiar después de que a mediados de los ochenta iniciara una relación sentimental con su primera esposa, Marián Flores, quien además de ser la hermana de Mar Flores es la madre de cuatro de sus cinco hijos.

Precisamente fue la conocida modelo madrileña quien le abrió las puertas del mundo de la farándula, un negocio donde Kiko se ha llegado a forrar gracias a la venta de exclusivas, su participación en realities y su labor como representante de ciertos personajes, relaciones públicas de locales de moda y tertuliano cañero. No en vano, Kiko formó parte de la troupe de colaboradores de 'Sálvame', un revolucionario programa de entretenimiento donde, según sus propias palabras, a veces lo pasó muy bien y otras tantas se sintió aburrido, "como un funcionario pegando sellos". Estos días afronta con tantas ganas como curiosidad su participación en 'Ni que fuéramos', un espacio creado por los productores Adrián Madrid y Óscar Cornejo que desde este miércoles se emite en el canal de streaming Quickie. Lecturas ha charlado con él para conocer sus expectativas profesionales y sus inquietudes personales.

Para empezar me gustaría saber qué balance haces de estos últimos doce meses.

Me lo he pasado estupendamente y he viajado muchísimo. Primero tuvimos la experiencia esta de Netflix y, a partir de ahí, me pasé la mitad del tiempo fuera de Madrid, en distintos sitios. Hemos ido tres veces a Dubái, he vuelto a México, fui a Italia... Me he dedicado a vivir y a entretenerme.

¿Qué crees que puede aportar al mundo de la televisión vuestro nuevo proyecto?

Creo que estamos haciendo un experimento televisivo. Hay que recordar lo que fueron los inicios de 'Sálvame', que no tienen nada que ver con lo que el programa era al final. En sus comienzos era un programa de una hora pensado para comentar un reality, y al final se consolidó como un formato con un contenido totalmente distinto y que llegó a ocupar cinco horas de la tarde. No sé qué va a salir de esto, pero espero que al menos sea algo divertido. O esto es al menos para lo que yo me he apuntado al proyecto. Todos los que estamos metidos en esto creemos mucho en la empresa y en la gente que dirige el programa, ya que nos han demostrado que saben de tele y cómo llevar adelante las cosas.

En realidad todos los colaboradores vais un poco a la aventura.

Para mí es una aventura, desde luego. Una aventura y una forma de entretenimiento, también personal. Y luego, pensando ya en los demás, espero que podamos hacer algo que sea diferencial y que contenga algún elemento nuevo dentro de lo que es el entretenimiento al uso.

¿Dirías que la televisión de entretenimiento se ha vuelto aburrida y predecible?

He visto poquísima tele, te lo digo en serio. No te puedo decir qué tal es la tele que están haciendo en Antena 3 por las mañanas y demás. Sí he visto algún programa por una cuestión de interés personal, o porque tenía que ver con alguien de mi familia, y debo decir que personalmente no me parece una televisión brillante, ni mucho menos. Me parece más bien aburrida. Le falta chispa, algún componente de humor,... Pero bueno, que cada uno haga lo que le dé la gana y lo que le dejen hacer.

El otro día escribiste en redes sociales, refiriéndote a 'Supervivientes', que ya no pensabas callarte nada de lo que pensabas sobre este programa. ¿Piensas hacer lo mismo con el resto?

Creo que aquí vamos a trabajar con mucha más libertad de la que teníamos en Mediaset, que en realidad no era poca. Aunque es verdad que en la última etapa teníamos más restricciones y todos estábamos más atados. Creo que en 'Ni que fuéramos' vamos a ser más libres, aunque esto a veces sea un arma de doble filo, porque también así te expones más y, por tanto, te puedes equivocar más. Pero yo estoy aquí entendiendo que vamos a estar en un espacio de entretenimiento y libertad.

Comentaba Óscar Cornejo que el proyecto arranca con pocos recursos económicos y que, por tanto, los colaboradores cobraréis un caché muy alejado del que teníais en 'Sálvame'.

Hay una cosa que no se ha dicho en la rueda de prensa. Cuando me llamaron para preguntarme si quería trabajar en esto, no les pregunté cuánto iba a ganar. Cuando les dije que sí, volvieron a llamarme al cabo de unos días y entonces ya me dijeron cuál era el presupuesto. Te puedo decir que puse algunas condiciones, que tienen que ver con el tema económico y que ellos han admitido. Pero ahora te diré que si me hubieran dicho que no a esas condiciones, también habría aceptado participar.

¿Creíste a los directivos de la nueva Mediaset España cuando comentaron que en la cancelación de 'Sálvame' no hubo connotaciones políticas?

No lo sé. Por el medio que dio la noticia y los vaivenes del momento yo entendí que sí había ahí un componente político, y también de interés personal y económico, claro, como detrás de cualquier decisión que se toma en cualquier empresa. Pero en realidad me da igual. Doy por buenas las decisiones que se tomen o hayan tomado en esa casa, en el sentido de que eso no es algo que esté en mi mano gestionar.

¿Te consideras progresista?

Creo que sí lo soy, y que lo he demostrado a lo largo de mi  vida. Me considero un liberal, en el sentido noble del término, y como tal intento estar así en la vida. No tengo ningún prejuicio a la hora de hablar de nada, y entiendo que en este mundo cualquiera tiene cabida, con independencia de su religión, su raza, sus relaciones personales, su forma de entender el sexo,... Pienso que todo el mundo tiene derecho a tener su espacio, y en este sentido entiendo la convivencia en el día a día. Luego ya, a nivel político, también tengo mis ideas, claro. No creo que, a estas alturas de la película, a nadie le puedan parecer mal cosas como la igualdad de oportunidades o determinados avances sociales que a la humanidad le han costado mucho tiempo y lágrimas. En este sentido creo que no podemos dar un paso atrás. Y bueno, en esos parámetros me muevo yo [ríe].

¿Verías a Jorge Javier uniéndose al equipo de 'Ni que fuéramos' en un futuro?

Pienso que Jorge está con nosotros espiritualmente. Es una persona a la que tenemos presente siempre y a la que vamos a echar de menos. Al menos para mí, Jorge es un referente en cuanto a la forma de estar en un plató, con esa agilidad que él tiene, ese sentido del humor,... Sé que hay mucha gente a la que le produce rechazo por el hecho de que políticamente es muy de izquierdas y además nunca ha tenido problema en manifestarlo. Pero para mí las personas están por encima de las ideologías. Me considero deudor y aprendiz de todo lo que venga de él. A veces podré no estar de acuerdo con él, pero a mí Jorge me parece un tipo muy brillante y necesario.

Cabe la posibilidad de que este nuevo proyecto no termine de funcionar. ¿Supondría esto un motivo de agobio para ti o ya tienes la economía resuelta?

Yo no tengo la economía resuelta, ojalá fuese así. Lo que sí tengo resuelta es mi forma de estar en el mundo. En ese sentido, mi vida no pasa por la televisión, ni muchísimo menos. También debo decir que ahora mismo no estoy haciendo nada que me impida dedicarle dos o tres tardes a esto. De hecho, hago esto fundamentalmente por esa razón, porque creo que hasta me viene bien. Tampoco puede uno pasarse la vida viajando. De todas maneras, el día 2 me voy de crucero y estaré quince días por ahí [ríe].

¿Y qué te gustaría estar haciendo de aquí a diez años?

¡Uf! Ahora mismo tengo ya casi 70, así que no sé... Me gustaría verme mental y físicamente activo, haciendo cosas. Y a nivel personal estoy muy bien. Llevo cinco años con mi mujer [la modelo Marta López Álamo] y estoy feliz con mi relación. También estoy bien en lo relativo a la relación con mis hijos, y estoy disfrutando de mis nietos. Creo que estoy en un momento personal muy bueno y tranquilo. Aspiro a seguir encontrando cosas que me ilusionen, a seguir manteniendo el fuego en la relación con mi pareja, a continuar disfrutando de la vida con ella y, en la medida de mis posibilidades, a seguir ayudando a mis hijos.