Coincidir con alguien que te gusta no es tan fácil como parece. Una buena primera impresión no se da la mayor parte de las veces, menos si se es una persona exigente. Eso del flechazo o el amor a primera vista es para los más enamoradizos. Por eso, es importante no guiarte por la apariencia y conocer a la persona. Puede que te sorprenda y acabes pasando el resto de tu vida a su lado. Esa máxima la recuerdan una y otra vez en 'First Dates', pero parece que José Miguel (45 años) se ha perdido esos capítulos. Ha salido huyendo despavorido al ver a su cita. Ni siquiera le ha dado tiempo a pedir el entrante.
El animador de un hotel de Benidorm, Alicante, es un amante del espectáculo desde que era niño. "He sido siempre un Billy Elios (que no Billy Elliot). Me encanta subirme al escenario y sobre todo con mis clientes del imserso. He estado de camarero y luego me decidí por la animación. Cojo un mantón de manila y hago ‘La bien pagá’", le ha confesado a Carlos Sobera (64 años) a su llegada al dating show.
Estuvo 18 años casados con la madre de su única hija, pero poco a poco fue dándose cuenta de "cosas". Se empezó a fijar en chicos: "No hay que engañarse a uno mismo. Soy bisexual, pero ahora soy más gay que bisexual". Independientemente de su orientación sexual, José Miguel ha dejado claro que no ha tenido mucha fortuna en el amor. Al menos, hasta ahora. Acudía al programa para ver si esta tendencia cambiaba. Sin embargo, parece que solo se ha reafirmado.
Le había pedido a 'First Dates' que le encontrase una "persona simpática, amable y agradable" con la que compartir sus días. No ha sido así. Al menos en la opinión que se ha forjado en el poco tiempo que ha conocido a Miguel (64 años), un operario jubilado de La Vall d'Uixó, Castellón. No le ha dado opción a segundas impresiones.
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Miguel, al igual que su cita, también estuvo casado con una mujer. Lo hizo para formar una familia y porque estaba mejor visto. La primera impresión que le ha dado a José Miguel no ha sido buena. "Es como si hubiera entrado un Miura y yo solo quería salir corriendo. No me ha gustado ni su físico ni su mirada. Nada. Evidentemente no le voy a decir nada más conocernos. Cada persona puede vestir como le dé la gana, pero yo me veo más juvenil y no me ha gustado nada", ha reconocido José Miguel a las cámaras de ‘First Dates’.
Su acompañante de la noche le ha intentado dar conversación a sabiendas que su cara ha sido de rechazo absoluto. José Miguel no ha disimulado ni un poquito. No ha necesitado ni traducción ni subtítulos.
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Tampoco le ha convencido cuando han intercambiado unas palabras durante la cena: "No me veo para nada con Miguel. El chico es del interior de Castellón, como que no. Que yo soy más de pueblo que las amapolas, que yo he estado con las vacas y todo el rollo pero que no, que parecía mi tío del pueblo".
A medida que pasaban los minutos, José Miguel se ha ido poniendo cada vez más nervioso hasta que ha estallado cuando estaban mirando las especialidades de la carta del restaurante. Parece que ha sido ahí cuando se le ha agotado la paciencia. "Mira, te lo voy a decir. Es que no eres lo que estoy buscando. Entonces…", le ha dicho ante la atónita mirada de Miguel. "No eres lo que yo estoy buscando, lo siento mucho. Así que me voy ya", ha añadido.
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Le ha extrañado su reacción, incluso se ha preguntado ante las cámaras de 'First Dates' si ese rechazo era por la "tripita" que tenía. Miguel, pese a las circunstancias, se ha mostrado de lo más educado. Ha mantenido la compostura después de escuchar que se iba. Eso sí, a las cámaras de ‘First Dates’ ha reconocido que no le ha parecido bien la actitud de su cita: "Es que no tiene ni la educación de esperar ahí, de hablar algo y estar un rato a que pase la cena y luego irse. Pero nada, el chico coge y se larga. Evidentemente valgo yo más que él porque yo me quedo y él se ha largado. No me lo explico pero yo soy el que ha ganado. Tampoco me ha gustado mucho".
No lo ha entendido Miguel y tampoco lo ha comprendido el equipo de 'First Dates', y eso que están acostumbrados a que pase de todo en su restaurante. Carlos Sobera ha intentado convencer a José Miguel para que siguiese cenando y le diese una oportunidad a Miguel. Quién sabe, de ahí podría haber nacido una bonita amistad. Pese a los muchos intentos, el animador se ha levantado de la mesa y ha abandonado el restaurante. Lo ha hecho argumentando que no ve la necesidad de estar en un sitio en el que se encuentra incómodo.