Es normal que una cita no cuaje. Bien sea por su físico o por tener un carácter que no te termina de convencer... Hay mil motivos que pueden hacer que la cosa no vaya hacia delante. Es bueno ser sincero y no dar pie a que la otra persona se lleve impresiones que no son, pero lo que no se puede hacer nunca es perder las formas ni ser maleducado. Algo así ha pasado este martes con Ismael (56 años), un taxista de Barcelona con las ideas muy claras, además de ser una persona muy tajante y seca. "No me gusta la falsedad. Si tengo que llamar hijo de puta a alguien, se lo digo y mirándole a los ojos", ha asegurado al llegar al restaurante de ‘First Dates’ sin venir a cuento.
Tiene muy claro cómo quiere que sea la mujer que le conquiste el corazón. "Con empatía, que se vista con los pies... En los tiempos que corren desgraciadamente hay mucha persona con síndrome de Peter Pan. Uno tiene que ser consciente de la edad que tiene y no intentar tener comportamientos que no te tocan", le ha comentado a Carlos Sobera (64 años). A las cámaras del programa se ha mostrado más directo aún: "A mí no me verás menear el culo en una discoteca con chavalas de 20. Es patético".
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Igual de tajante se ha mostrado nada más ver a Rosa (56 años), una operaria de fábrica de Badalona. "Demasiado mayor para mí", ha dicho nada más verla. "Cuando ya le he dado dos besos, he notado ningún olor y como buen tauro, soy mucho de olores. Soy de la vieja escuela. Si veo una chavala que a lo mejor no es muy agraciada, pero huele bien, es otra cosa", ha añadido.
No le ha importado mucho a Rosa porque tampoco le ha atraído Ismael: "Físicamente no es lo que yo buscaba. Me gustaba de otra manera. Me gustan altos, que se cuiden y un poquito más joven. Es a lo que estoy acostumbrada". Esa falta de interés se ha notado por ambas partes. Con el transcurso de la cita, la cosa no ha mejorado. Cuando le ha contado que es taxista, como su padre, se ha echado para atrás. No quiere a nadie que esté por ahí de noche.
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Para colmo de males, Rosa no busca pareja en el sentido estricto de la palabra. Ismael, sí. "Eso de vivir juntos no me va ni de coña. No estoy desesperada y no voy buscando, yo tengo mi vida ya hecha y si encuentro a alguien que me complemente lo que yo quiero, perfecto", le ha confesado. El taxista se ha enfadado poco a poco, como una olla a presión. "La he visto un poco falseta. Es una señora que, con el debido respeto, parecía mi madre", ha comentado a las cámaras de ‘First Dates'.
Después de ese momento, todo ha sido llevarse la contraria y jugar a eso de encontrar las diferencias. Han hablado de deporte y de cine antes de volver a chocar frontalmente. Cuando Rosa le ha contado que va sola de vacaciones pero con gente desconocida, Ismael ha estallado. "Ostia, si tú no quieres convivir con nadie, quieres viajar sola, quieres no sé qué y no sé cuánto... Chica, pues quédate sola. ¿A qué vienes aquí? Somos el agua y el aceite y, a menos que pongas detergente, no se mezcla", ha espetado el taxista a las cámaras de ‘First Dates'.
Después de esta tensa cita, una de las que más incómodas de los últimos programas, Ismael y Rosa se han dicho un no tajante y sin despedirse. "No, no, no tendría una segunda cita porque no es el tipo de persona con la que yo iniciaría una relación, entre otras cosas porque tampoco la veo receptiva", ha explicado Ismael. Rosa ha aludido a la falta de feeling.