Tamara Falcó (41 años) ha vuelto a ocupar muchos titulares en las últimas semanas. ¿La razón? La marquesa de Griñón subió una fotografía en un ascensor en la que aparecía Íñigo rodeándola con los brazos y colocando las manos sobre su barriga. A la vez, la hija de Isabel Preysler hacia una señal de victoria. Esta instantánea hizo saltar las alarmas sobre si la joven podría estar embarazada.
No es un secreto que la hermana de Ana Boyer está buscando ser mamá junto a su marido. Aunque no da detalles exactos del proceso que está llevando a cabo, todos los ojos están sobre ella. Es por eso que esa inocente imagen ha hecho sospechar si la marquesa nos estaría ya en estado.
Para aclarar todos los rumores, Tamara ha decidido hablar aprovechando el altavoz que supone la tertulia de 'El Hormiguero'. No es de extrañar, ya que la hemos visto contar algunos detalles de su vida privada en esta tertulia. Así, como cada jueves, Nuria Roca, Juan del Val, Cristina Pardo y la propia Tamara se han reunido con Pablo Motos alrededor de la mesa de debate. Ha sido allí cuando el presentador ha querido empezar hablando con ella. "Bueno, Tamara, empieza tú. ¿Estás embarazada? Por esa foto que subiste...", ha dicho, irónico, Pablo.
Lejos de ofenderse, Falcó ha querido tomarse esta situación en clave de humor. "¿Sabes que es lo que mas me fastidia? Que estoy en plena operación bikini y la gente no para de preguntarme si estoy embarazada. Me dicen 'Enhorabuena'...", ha bromeado. Justo después, algo más seria, ha desmentido la noticia. "Estamos... Nosotros encantadísimos si fuera verdad, pero es solo un gesto amoroso", ha dicho.
Tamara Falcó pone nota a su matrimonio con Íñigo Onieva
Coincidiendo con estos rumores, Tamara concedió una entrevista a 'Vanity Fair' en la que no tuvo reparo en hablar de algunos aspectos de su matrimonio. Demostrando que son el mayor apoyo el uno del otro, Falcó quiso romper una lanza a favor del nuevo proyecto de su marido, que ha sido duramente critico.
"Lo ha trabajado muchísimo y es una gozada verlo realizado. La primera vez que se sentó gente en las mesas y probaron el menú fue alucinante y muy emocionante porque lo había visto desde que solo era un concepto. Creo que todo el esfuerzo que Íñigo y todo el equipo han puesto para hacerlo, vale la pena cuando ves que está la gente en el local", expresaba la marquesa. Además, aseguraba que la idea era muy buena y se desmarcaba de los malos comentarios.
"Es un concepto para estar relajado, comer rico y pasar un buen rato. No es un tres estrellas Michelin. Aquí te puedes venir por la mañana con tu ordenador, luego cenar con amigos, la carta tiene unos precios muy razonables… No es como cuando vas a un gastronómico que es mucho más caro y hay amigos que quizá no quieren ir a ese tipo de locales", ha explicado.
Sin embargo, era justo después cuando daba uno de los titulares más llamativos sobre Onieva: "No es un marido de 10". Una afirmación con la que Tamara quiere señalar que siempre se pueden mejorar cosas. Aún así, admite seguir como en una "luna de miel" ya que su matrimonio está siendo "un viaje precioso". Algo que se aleja de lo que le había dicho alguna gente. "Hay gente que me dice que los dos primeros años son los más complicados, pero el primero ha sido fantástico así que no estoy para nada de acuerdo", manifestaba.